Reflexología y Dolor son dos términos imposibles de combinar.
De hecho, al hablar de Reflexología estamos hablando de una de las terapias naturales más eficaces para combatir el dolor.
Mediante esta técnica, y a través de la presión que se ejerce con los dedos de las manos en ciertas partes de los pies, se logra un efecto de carácter reflejo en distintos órganos del cuerpo que, de manera muy eficaz, hace que éste disminuya o desaparezca.
Lo que se consigue a través de la Reflexología Podal es que, al presionar las zonas reflejas, desde éstas, energéticamente se activen los órganos y las glándulas.
Al presionar con los dedos sobre un punto reflejo, se está haciendo sobre una determinada terminación nerviosa que mandará un impulso nervioso al cerebro, y desde éste, a través del sistema nervioso espinal, llegará una orden al órgano para que se active o se relaje.
La Reflexología se utiliza en una gran variedad de casos, siendo especialmente beneficiosa para el dolor de espalda, cuello, cabeza, muelas, etc., pudiendo aplicarse también en problemas digestivos, artritis, asma, estrés, cólicos nefríticos o cólicos del lactante que cursen con o sin dolor.
También trata enfermedades crónicas y degenerativas, y es muy recomendable utilizar la Reflexología como terapia preventiva para mantener la salud.
La Reflexología es una técnica milenaria, una manera de paliar el dolor en la que los chinos ya confiaban hace más de cinco mil años. Su nacimiento no sabemos con exactitud a que época se remonta, aunque sí sabemos que tanto en China, como anteriormente en Egipto, se sirvieron de ella y de sus beneficios. Sí tenemos datos de que llega a occidente de manos del otorrinolaringólogo William Fitzgerald, que fue el que la introdujo en América.
La Reflexología Podal actúa directamente sobre el sistema nervioso central, afectando al periférico, y por tanto relaja las vías nerviosas en general, dando lugar a una disminución del dolor a través de la relajación y el reequilibrio orgánico.
Al mismo tiempo, hay que tener en cuenta que, el cuerpo a través de los estímulos aplicados en las zonas reflejas de los pies, lleva a cabo la expulsión de los residuos tóxicos que provienen de la alimentación y del estrés, limpiando la sangre y las células de éstos.
Al trabajar con Reflexología, se pueden encontrar en los pies zonas dolorosas, frías, calientes o con nódulos o inflamación, esto nos informa de que algo no va bien en el cuerpo.
A la hora de practicar Reflexología Podal, habrá que cuidar que en el espacio en que se practique, se respire paz. Para ello se podrá utilizar una luz cálida, música relajante y contar con la temperatura, el olor, e incluso la humedad adecuada.
Sin necesidad de tomar medicación
En el Tratamiento del Dolor con Reflexología no se hace uso de ningún tipo de medicamento, aunque no existe contraindicación alguna para combinarlo en caso de que la persona tratada lo utilice por recomendación médica.
Es una técnica que puede ser combinada con la mayoría de terapias naturales, por lo que no sólo pueden hacer uso de estas herramientas reflexológicas los Reflexoterapeutas, sino que Osteópatas, Fisioterapeutas, Terapeutas de Siatshu, etc., pueden utilizarla como complemento de otras terapias.
Hay que tener presente que, mediante la Reflexología o mediante la técnica de estimular aquellos puntos considerados reflejos, se permite la liberación de endorfinas, se trata de una serie de compuestos químicos cuya producción tiene lugar en el cerebro y que tienen un efecto analgésico como la morfina, y otros de sus derivados.
Por tanto, se trata de una manera de conseguir una mejor calidad de vida en la que todo serán beneficios. Por ello, nada mejor que ahondar en esta técnica milenaria o adentrarse en ella por medio de alguna formación como la que ofrecemos en Ranvvai.
Isabel Pérez Broncano
Creadora del Método Ranvvai de Reflexología Podal Integral
Reflexóloga – Autora del libro Reflexología Integral
http://bit.ly/curso-reflexologia-y-dolor