“Si queremos cambiar una situación, primero debemos cambiarnos a nosotros mismos. Y para cambiarnos a nosotros de una manera efectiva, primero tenemos que cambiar nuestras percepciones.” S.R. COVEY
Para transformarnos, superar nuestras dificultades y abrirnos a nuevas posibilidades es necesario salir de nuestra consciencia ordinaria. A lo largo la historia del ser humano y en todas las culturas, se han desarrollado distintos modos de acceder al trance para conectar con nuestro “yo superior”, recibir mensajes clave, acercarnos a Dios… También a lo largo de la evolución, el hombre accede al trance de un modo natural para salir de un impacto emocional paralizante (como el ataque de un león o una catástrofe natural), focalizar la atención y encontrar una salida adecuada.
La palabra trance proviene del latín transīre: transitar, transportarse, cruzar, pasar por encima, y los múltiples significados de su parónimo «entrada» (relacionado con umbral, conducto, portal y canal). Es un estado de conciencia alterada en el que hay un alto grado de concentración; nuestra percepción cambia y se reduce el control de la mente consciente.
La hipnosis es la técnica mediante la cual accedemos a ese estado. Hay muchas maneras de acceder al trance, por lo que es importante encontrar la más adecuada a cada persona. Durante el estado hipnótico tienden a reducirse las resistencias de la mente consciente; la persona está más abierta a la discusión y la sugestión. Puede abrirse a nuevas comprensiones, encontrar otras formas de organizar la información, conectar con su creatividad para resolver las dificultades…
Imagina que el consciente utiliza un 12% del volumen físico del cerebro y controla todo aquello que realizamos conscientemente, como pensar, analizar, estudiar, comparar, decidir, etc… El inconsciente utiliza el 88% restante y controla todas aquellas funciones que no se realizan a nivel consciente, como, por ejemplo, el sistema nervioso, la respiración, los latidos del corazón, nuestros sistemas de creencias y valores, etc.. La función del trance hipnótico es acceder a ese 88% del inconsciente. Y de esta manera; a recursos y a la utilización de capacidades que anteriormente teníamos dormidas.
El terapeuta acompaña el trance utilizando un tono de voz que induce a la relajación y una forma de hablar que favorece ese tránsito entre el estado actual y lo que la persona necesita.
La hipnosis es una técnica útil para tratar:
- Fobias, miedos y ansiedad
- Trastornos del sueño
- Depresión
- Estrés
- Estrés Postraumático
- El dolor por la pérdida
- El dolor físico
- Superar hábitos, como fumar o comer en exceso…
A través del trance, adecuadamente acompañado, puedes conseguir:
- Liberarte de cargas y limitaciones emocionales.
- Dirigirte hacia lo que te propones con energía y alegría.
- Aumentar tu salud y tus sensaciones de bienestar y tranquilidad.
- Mejorar la calidad de tus relaciones y aumentar la comprensión.
- Un diálogo interno más amable y potenciador.
- Reducir la ansiedad y el estrés.
- Regresiones a momentos importantes para recuperar recursos o aprendizajes.
Es interesante de esta técnica que la persona puede aprender a acceder al trance (auto hipnosis) y que las inducciones pueden ser grabadas para un posterior refuerzo del trabajo más allá de la sesión. Existen audios estandarizados, pero los trances creativos son más útiles al desarrollo y a la transformación personal, ya que en ellos se quiere utilizar las fuerzas personales y las capacidades únicas.
En la hipnosis clásica prima el papel del hipnotizador y se utiliza un lenguaje directivo para conseguir los cambios. Se comprobó que, para determinadas personas, estos cambios eran relativamente fáciles de conseguir, pero que funcionaban a corto plazo. Milton Erickson revoluciona la hipnosis clásica, creando un método que lleva su nombre: Hipnosis Ericksoniana.
Milton Erickson, (1901-1980) fue un famoso psiquiatra e hipnoterapeuta estadounidense. Fue presidente y fundador de la sociedad norteamericana de Hipnosis clínica y miembro de la Asociación de Psiquiatría. Erickson es considerado el padre de la hipnosis moderna; proponiendo un trance natural y una hipnosis en la que la persona es protagonista de su proceso. Es uno de los principales representantes de la Psicoterapia Breve y destacó por su creatividad, y la eficacia de los resultados. La base de su trabajo era una confianza total en la persona y sus propios recursos para cambiar. Fue uno de los terapeutas que modelaron Bandler y Grinder; creadores de la Programación Neurolingüística.
Para Milton Erickson cada persona es única en términos de las estrategias que utiliza para crear su propia realidad, y por eso, la tarea más importante del hipnotista es comprender y adaptarse a dichas estrategias, que son comunicadas en forma inconsciente por el cliente. Asume también que el inconsciente es inteligente, autónomo y creativo, y que la persona tiene los recursos necesarios para transformar su experiencia. Este es el eje central del trance: una oportunidad para el cliente de identificar sus limitaciones conscientes y encontrar en su inconsciente, caminos a los que puede acceder para solucionar sus propios problemas.
“Deja que tu mente inicie el viaje a través de un extraño nuevo mundo. Deja atrás las ideas del que ya conocías. Deja que tu alma te lleve a donde anhelas estar…Cierra los ojos, deja que tu espíritu remonte el vuelo, y vivirás como nunca has vivido antes.”. ERICH FROMM
Sonia Simón Doval
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