Cuerpo, emociones y energía

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Somos seres conscientes y, mientras estemos vivos, tenemos la oportunidad de crecer conscientemente, de abrirnos a la vida y vivirla con placer, alegría, amor y disfrutar del momento presente.

¿Y qué nos impide llegar a esa plenitud?

Esta es una pregunta que nos hacemos muchos desde hace tiempo. El cuerpo es nuestra máquina. En él están grabadas las memorias vividas. Esas memorias son las que -conectadas a los miedos del pensamiento- nos regresan en segundos a las defensas aprendidas desde niños.

Esas defensas son las que nos impiden mostrarnos como lo que realmente somos: seres de amor, de compasión, creativos, alegres, gozando la vida, cada momento. Esos momentos, cuando miramos las estrellas, la luna, un atardecer y sentimos cómo el corazón se expande y la conexión con las estrellas, con los seres humanos, los árboles, el mar, las plantas, los animales y el todo. Viviendo en esa expansión estamos abriendo nuestra consciencia y son momentos en los que estamos conectados con nuestra esencia, con nuestro SER.

Tratemos de llenar nuestras vidas de esos momentos. Todos somos capaces de hacerlo. Todos tenemos el derecho de vivir la vida atrayendo hacia nosotoros la abundancia, el amor y la plenitud.

Es nuestro inconsciente el que guarda aquellas memorias que son energía, y por lo que no logramos vivir lo que deseamos o muchas veces no lo sabemos o nos sentimos atrapados sin saber hacia dónde ir o qué hacer.

Trabajando y conociendo nuestras defensas, descubriéndonos a nosotros mismos y aquellas máscaras con las que nos presentamos en cada encuentro, y sintiendo las emociones como la rabia, el dolor, la envidia, el enojo…, todo aquello que sentíamos cuando eramos niños y no nos lo dejaron expresar porque la sociedad no lo permite, ni lo permitía.

Aquellos sentimientos reprimidos se quedaron grabados en el cuerpo y son bloqueos energéticos, los cuales, trabajándolos y uniéndolos a las experiencias vividas, perdonándonos y perdonando lograremos sobrepasar el dolor.

Es el miedo el que nos impide ser conscientes de ese dolor sentido que nos sigue sujetando a una vida de no plenitud. En segundos me voy a la mente, me ocupo de otros o de otras cosas para dejar de sentir.

Los pensamientos existen en la mente y nos traen recuerdos del pasado. Estos pueden ser felices si fueron grabados en momentos de felicidad y plenitud o pueden ser momentos menos agradables. Entonces nos conectarán a los miedos.

¿Y cuál es tu máximo miedo?

Para unos es la muerte y es eso exactamente moriremos, sentiremos el dolor de lo que significa reconocer y ver que aquellas personas en las que más confiábamos, que con todo el amor que sentían por nosotros, no lograron ver nuestra esencia, sentir nuestro ser. Además nos fueron cortando y nosotros decidimos cerrarnos y dejar de sentir ese dolor porque era demasiado grande. Así fuimos creando nuestras defensas, esas mismas que hoy nos impiden mostrarnos como somos realmente: aquel ser sensible, vulnerable y lleno de amor. Y este es el camino del ser humano…,volver a casa.

Trabajemos el cuerpo, las emociones estancadas y la energía para abrirnos al ser que realmente somos y vivir en plenitud, en expansión y en amor.

Imparte: Roxana Llerena y María Luisa Figueroa
Más información:
Tel. 619 856 853
info@yogaworks.es | info@roxana.love

Roxana Llerena Morán
Psicoterapeuta, Healing, Gestalt y Couch de vida
www.roxana.love

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