¿Qué es ser Buda?

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“Sólo hay dos errores que se cometen en el camino a la verdad: No empezar, y no llegar hasta el final”
(Buda)

Si buscamos la palabra Buda encontraremos que es una designación correspondiente en sanscrito que significa “iluminado” o “despierto”, más allá de la religión en sí, es un nombre honorifico con contenido que aplica a quien ha logrado por completo el despertar, alcanzado su iluminación o Satori como se dice en Japón al concepto búdico. Por ejemplo en el libro Majjhima del canon pali, cuando se le pregunta al brahmán Brahmayu que es Buda él contesta “aquel que conoce sus existencias anteriores y ve el mundo del sufrimiento y la felicidad, que ha llegado al termino de sus reencarnaciones y dotado de un conocimiento trascendente, sabe que la mente es pura, ha llegado a la perfección debe ser llamado Buda”.

¿A qué se refiere haber despertado? ¿Cuál es el verdadero significado de ser Buda?, es despertar a la conciencia de la verdadera naturaleza, a la realidad más pura y de todos los fenómenos. Es el nombre que se le asigna en el budismo, alguien que ha transcendido los límites espaciales y temporales, de su existencia y ha podido de esa forma vislumbrar la total unidad y armonía que rige el universo. Es por ello que este título puede ser designado a todo aquel que realmente ha despertado, que ha llegado a la iluminación máxima dentro de su esplendor, a quien ha camino paso tras paso hasta llegar al final del camino, pasando por todas las adversidades de la vida, quien se ha caído varias veces pero ha podido levantarse nuevamente, quien no se ha quedado con lo que dicen algunos maestros terrenales sino que ha buscado ser el propio maestro de su vida, quien la ha vivido y la transmite a quienes no han llegado a ese grado aun para que puedan alcanzarla, esta transmisión puede ser en el plano físico conocido como Nirmanakaya Buda o en el plano espiritual que se le llama Sambhogakaya Buda. 

A nivel más místico Buda es el nombre que se le da a la realidad absoluta que permea a todas las formas del ser, es el océano en este mar de la vida, es la esencia y la sustancia, también es para aquellos que experimentan día a día la realidad de su existencia y que pueden actuar de acuerdo a las cualidades de compasión, sabiduría y pureza, sin prejuicio hacia los demás, sin alterar el ego y sin sobrepasar el propio altruismo. Es esa la verdadera naturaleza búdica, el despertar y que su misión es iluminar a los seres a despertar para que podamos aplicarlo a nuestra vida diaria. Cuando el “Buda” se iluminó y alcanzó su despertar, se dio cuenta que todos los seres sin excepción tienen la misma naturaleza por lo tanto todos podemos alcanzar ese potencial, es por ello que Buda es cualquier persona que ha despertado de su ignorancia y abierto su mente a su gran potencial de la sabiduría, aquel que ha traído el sufrimiento y la frustración consigo pero ha descubierto una felicidad duradera, inmortal y la paz en su corazón. Aunque suene algo como un “sueño” o “inalcanzable” se debe entender que Siddhartha Gautama fue humano, como tú y como yo, el nunca reclamó divinidad, simplemente sabía que la tenía, no como muchos que se autodenominan “espirituales o iluminados”, no saben la realidad de esta naturaleza más que contemplar su propio ego, dejando de recordar que la semilla de la iluminación está en todos nosotros, solo hay que hacer que esta crezca para alcanzar esa iluminación. 

Si miramos las cuatro nobles verdades o el óctuple sendero, nos daremos cuenta que no se trata de intentar vivir de acuerdo a una motivación especial, hablar correctamente, actuar de una u otra manera, ni tampoco de alcanzar un conocimiento intelectual, teórico, etc. así como muchos leen libros de astronomía pero jamás han levantado la mirada al cielo, se trata de ir aprendiendo, mantenerse constante, ser cada día mejor, llegar a ser Buda desarrollando las distintas virtudes de forma más natural y pura, observar cómo funciona el karma, darnos cuenta de nuestro propio progreso, de cómo vamos desarrollándonos como personas, como interactuamos con el otro, hasta alcanzar ese despertar, con prácticas de humildad, paciencia, compasión y amor. Tampoco se trata de renunciar a la propia idiosincrasia, gustos personales, religión, cultura, sino que debemos aprender a mirar. Mirar lo esencial por eso ¿Qué estás haciendo para alcanzar tu despertar? 

Nicolás Benedetti Ariza
Presidente Federación Iberoamericana de Reiki
Director Sociedad Chilena de Reiki
www.Federacioniberoamericanadereiki.com
www.Sociedadchilenadereiki.com

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