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Si hablamos de Taichi Chuan todos tenemos una ligera idea de a qué nos referimos, pero estas nuevas y extrañas palabras que llevan un tiempo sonando por nuestras librerías y escuelas, Qigong y Chikung, nos desconciertan y no sabemos definir muy bien lo que son.

Qigong y Chikung significan lo mismo, sólo que su diferencia es que Qigong está escrito en mandarín y Chikung en cantonés o pinyin, ambas lenguas oficiales de la República Popular China. Chi o Qi se refiere al vapor que se eleva al hervir el agua del arroz y este fenómeno lo llamamos Energía y Kung o Gong significa Trabajo, por lo tanto, una traducción valida de Chi kung seria simplemente Trabajo con la Energía. No obstante podemos definir el Chikung o Qigong, como un conjunto de ejercicios armónicos y suaves que sirven para fortalecer y sanar el cuerpo físico, mental y emocional, así como su estructura energética para retornar al espíritu y disfrutar de una existencia saludable y feliz en todos los sentidos.

Existen diferentes tipos de ejercicios de Qigong pero básicamente encontramos dos tipos: qigong externo o Wei Kung y qigong interno o Nei Kung. La serie de prácticas que forman el qigong externo tienen el objetivo de desbloqueo de las articulaciones, fortalecimiento de la estructura física, músculos y tendones, la abertura de los pasos de la energía, el estiramiento de meridianos y el trabajo con los órganos internos. Como ejemplo de ejercicios de este tipo de Qigong tenemos sistemas como el Baduanjin o «las 8 joyas», el Wuqinxi o «el juego de los cinco animales», Sub Bak Luohan Sau, o «los 18 budas cambian los tendones», «Desenrollar el hilo de seda» o Chan Ssu Ching

Como Qigong interno, cuya función es trabajar con la estructura energética del cuerpo, la eliminación de las emociones negativas que afectan a los órganos internos, el cultivo del Qi o energía para nutrir esos órganos y mejorar su salud, así como el sistema de chakras, Tantiens, el fortalecimiento de las diferentes capas del aura y cuerpos energéticos, fortalecer la conexión con nuestro Yo Superior y nuestra esencia divina, conectándonos con las altísimas frecuencias de la mas alta calidad energética como es la energía del Amor Divino,  tenemos sistemas populares como el HunYuan o “Qigong del Principio de la Materia”, el I Chuan o “Puño de la Mente” y técnicas mas avanzadas como las de Camisa de Hierro, Campana Dorada y Fusión de los Elementos, junto a las prácticas de meditación y pacificación mental. Al final las prácticas más elevadas se realizan internamente en estado meditativo de total fusión con el Tao y en plena unión con Dios.

A pesar de esto, existen miles de sistemas de Qigong diferentes y es imposible tratar de aprenderlos todos, en España se practican unos pocos, como los que he nombrado mas arriba, pero en el resto del mundo podemos encontrar libros donde se mencionan métodos de Qigong suficientes como para llenar una biblioteca entera. Se estima que existen unos diez mil estilos de Chikung. Prácticamente cualquier tipo de ejercicio se puede considerar un tipo de Qigong, por ejemplo la carrera o el running, si sabemos que los elementos necesarios para poder hablar de Qigong son el trabajo con el cuerpo físico, con la respiración y con la mente, en muchas disciplinas se cumplen estos requisitos. Una diferencia fundamental es que mediante la práctica del Qigong se alcanzan estados de armonía interiores muy difíciles de lograr mediante otros métodos, ya que al practicar Qigong usamos los principios del taoísmo como el wu-wei para alcanzar la paz interior, la calma en medio de la tempestad, la acción en la no-acción.

Es el descubrimiento, mediante la propia experiencia, de toda nuestra estructura energética, la manifestación de nuestra espiritualidad al escuchar el silencio y la comunión interior, lo que marca la diferencia fundamental del Qigong con otras disciplinas. Después, cuando alcanzas un nivel determinado, toda tu vida se convierte en Qigong pues tú eres Tao y estás en todas partes, no puedes dejar de ser lo que eres y como eres.

Qigong tiene múltiples aplicaciones, como el Qigong médico usado como terapia para la salud, el Qigong marcial, usado en las artes marciales, el Qigong Budista, usado para alcanzar la iluminación, el Qigong Taoísta para alcanzar la vacuidad y retornar al Tao… De todas formas, podemos practicar el Qigong como sistema terapéutico, de mantenimiento y recuperación de la salud física y mental. Sus beneficiosos efectos son un maravilloso regalo que todos nos podemos hacer.

Todo lo que existe está inevitablemente relacionado con la respiración y la energía, la práctica del Qigong nos proporciona el elemento que necesitamos para alcanzar la maestría en la respiración y obtener así la salud, la paz interior y la felicidad.

No puedo acabar este apartado sin decir que así como es factible concebir una práctica única y exclusiva de Qigong, pues esto aumenta nuestra vitalidad y fortaleza, elimina nuestras tensiones emocionales y mejora rápidamente la salud, no se puede concebir una práctica de Tai Chi Chuan sin un trabajo previo y exhaustivo de Qigong. Hay escuelas que tan sólo practican la Forma de Tai Chi, sin dar importancia a las prácticas de meditación y de Qigong. Durante la ejecución de la Forma del Taichi, se moviliza la Energía o Chi, que comienza a circular por los canales y meridianos, pero si no hay un cultivo previo de ese Chi, si el cuerpo físico no está preparado para hacer circular ese Chi, si no aplacamos las tensiones emocionales mediante la meditación, la práctica única de la Forma se convierte en una mera repetición de movimientos sin sentido, produciendo además un desgaste de la energía que los órganos necesitan para su funcionamiento habitual. Sin un trabajo de Chi kung, la práctica de cualquier Forma de Taichi tan sólo se puede considerar como un ejercicio suave sin más, perdiéndose gran parte de los maravillosos beneficios que nos aporta la práctica correcta y conjunta del Chikung y el Taichi.

En definitiva, la práctica del Qigong es sencilla y altamente beneficiosa para todos, nos permite alcanzar un estado saludable y aumenta nuestra fortaleza ante los constantes devaneos de la vida. Para la práctica del Chikung y para cualquier otra actividad vital, se hace imprescindible encontrar la serenidad y la calma interior. Si no hay serenidad se malgasta la Energía. Con el Chikung se adquiere mucha energía, pero si no hay serenidad, la energía se pierde. Por eso es imprescindible alcanzar primero la Serenidad mediante la práctica de la Alquimia del Pensamiento, para más tarde poder trabajar con la Energía, mediante la práctica de la Alquimia de la Energía.

¿Cómo aprender Qigong? En Barcelona y Madrid organizamos cursos de formación de profesores en estas disciplinas, Taichi Chuan y Qigong, puedes informarte en nuestra página web y redes sociales.

Víctor Fernández
Maestro de Taichi y Qigong.- XIII Gen.estilo Chen.
www.reikieuropa.com

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