Transformando el concepto de salud en los niños y niñas

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La salud de los más pequeños es algo que siempre ha preocupado a los adultos. Compartir la vida con un niño enfermo, o simplemente de salud frágil, nos hace sentir enormes deseos de hacer algo por él/ella y la mayor de las impotencias por no poder hacer más que rezar y esperar.

Hace algunas décadas, en nuestra sociedad, el concepto de salud empezó a cambiar. Muchas personas decidieron apostar por la alimentación sana, las medicinas complementarias y las terapias alternativas, cosa que, en los últimos años, ha ido en aumento y a favor de vidas más saludables.

Sin embargo, a pesar de que algunos padres hayan escogido la medicina homeopática o alguna otra alternativa, la mayoría de los niños/as continúan visitando periódicamente a su pediatra de turno con cualquier excusa e ingiriendo sustancias que, muchas veces, acaban perjudicándoles más que beneficiándoles.

Algunos pediatras cuentan que las madres se niegan a salir de la consulta sin un medicamento. Nos hemos empeñado (dicen) en arreglar todos los problemas con el jarabe o unas gotas, cuando lo que los niños necesitan es la paciencia, la atención y la compañía de sus madres/padres. Muchos profesionales, incluso sabiendo que no es lo más correcto, acaban recetando medicamentos para unos niños que no los necesitan, cediendo a la presión ejercida por sus padres/madres.

La falta de conocimiento del cuerpo humano.

Parece mentira, pero conocemos muy poco de la casa que nos cobija, nuestro cuerpo. Pensamos que eso es cosa de médicos y con que lo sepan ellos es bastante. El problema es que, al parecer, ellos tampoco lo conocen mucho. Si lo conocieran, no arrebatarían al cuerpo los recursos que este tiene para mejorar, sustituyéndolos siempre por medicamentos químicos que perjudican.
Los padres y madres no somos una excepción. No tenemos en cuenta cómo funciona el organismo humano. Esa es, muchas veces, la razón por la cual actuamos en contra del cuerpo en lugar de a favor.

El cuerpo contiene fantásticos recursos que se ponen en marcha en cuanto el organismo del niño/a es invadido por cualquier virus, bacteria, alérgeno, etc., y funciona de una forma maravillosa. En cuanto es atacado, despliega todos los recursos de los que dispone para vencer a los intrusos.

 ¿Cómo se libera el cuerpo de los agentes extraños?

El organismo pone en marcha todo su sistema de defensas, creando anti-cuerpos y poniendo en marcha una buena serie de recursos como: fiebre, tos, diarreas, vómitos y fluidos (mocos, lagañas, etc.) todos ellos destinados a apresar, combatir y expulsar cualquier agente extraño que le invada.

Lejos de entender el maravilloso trabajo que está haciendo el organismo del niño/a, nos dedicamos a combatir con todo tipo de medicamentos (antitérmicos, jarabes para la tos, antidiarreicos, colirios, antibióticos, etc.) los síntomas que presenta. Con lo que su cuerpo tiene que arreglárselas para eliminar la química de los medicamentos, además del agente patógeno que le ha invadido. Por supuesto, la curación se hace más larga, más difícil y menos duradera. Al cabo de pocos días está de nuevo con los mismos síntomas, esta vez agravados.

¿Cuáles son los problemas más comunes de los niño/as?

Los niños y niñas, en sus primeros años, se tienen que enfrentar con problemas (la mayoría de las veces banales) tales como enfriamientos, diarreas, estreñimiento, problemas con la dentición, algunos del aparato espiratorio como: asmas, bronquitis, amigdalitis, otitis, etc. Por suerte, la mayor parte de ellos/as están sanos o tienen problemas leves. En esos casos, la reflexología infantil será una fantástica aliada.

Queremos invitar a los padres y madres a que se hagan responsables (en parte) de la salud de sus hijos/as, y para ello les ofrecemos una her
ramienta poderosa con la que hacerlo. Los talleres para padres/madres nos permiten adquirir y aprender a utilizar la Reflexología en pos de la salud de nuestros pequeños/as.

¿Cómo actúa la reflexoterapia?

Respondiendo a la estimulación de los puntos reflejos que contienen las plantas de los pies, y que están conectados con órganos, glándulas, articulaciones, huesos, etc., poniendo en marcha los recursos curativos que contenemos, autorregulando el organismo y restaurando la salud.

La diferencia entre la Reflexología y otras terapias

La reflexología es una terapia que los padres pueden aprender con facilidad y aplicar personalmente, efectiva y rápida en sus excelentes resultados.

El mensaje que el niño/a recibe

Para el niño/a, utilizar sus propios pies como recurso para combatir sus molestias y mejorar, poder hacerlo en su propia casa, en su propia cama y a través de las manos de su madre/padre, le da confianza en la vida. Su concepto de lo que es salud no es el mismo que cuando está visitando médicos y urgencias e ingiriendo sustancias externas. El mensaje que recibe el niño/a sobre qué es salud y qué es enfermedad se lo aportamos los padres/madres y está en nuestras manos escoger cual es el que les damos.

CURSO UNIVERSITARIO EN REFLEXOLOGÍA INFANTIL Y FORMACIÓN DE MONITORAS/ES.
MÉTODO ÁNGELES HINOJOSA. EDICIÓN I
Con esta formación, se pretende la reflexión y la mirada holística, integral, desde las aportaciones de la Reflexología, sobre las necesidades auténticas, físicas y emocionales de las niñas y niños. Así como también, el aportar recursos a estos profesionales para dar a conocer la reflexología como herramienta, dentro del ámbito de la salud y las relaciones familiares. Más info

Ángeles Hinojosa
La Violeta, por una infancia sana
www.lavioleta.org
Telf. 630 111 612

 

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