La aceleración evolutiva crece de forma vertiginosa y sin precedentes. El desarrollo tecnológico en conjunción con la física cuántica, la epigenética y las múltiples teorías de los campos, nos acercan a un mundo en el que la ciencia ficción se queda pequeña; y lo más curioso de todo esto es que la mayor parte de nosotros lo vamos a ver.
Nuestro proyecto como Escuela de Desarrollo Transpersonal nació hace ya más de una década como agente dinámico del cambio de paradigma, o dicho de otra manera, como «fabricante de gafas de nueva visión». Estas nuevas gafas permiten hacer un cambio individual, extrapolable al cambio colectivo de una masa crítica de seres conscientes, que posibilita el salto que la mayor parte de esta humanidad intuye y anhela.
En la Escuela de Desarrollo Transpersonal somos 120 profesionales, y trabajamos fundamentalmente en Europa y Latinoamérica. Nuestra misión es facilitar el desarrollo integral de los seres humano a través de la capacitación que permite convertir la vocación en profesión. Bien sabemos que es un regalo vivir desde lo que realmente tiene sentido y trabajar con aquello que resuena en lo profundo de nuestra persona. En realidad se trata de compartir el tesoro que vamos descubriendo y hacer realidad el «Win To Win».
La Inteligencia Transpersonal y el entrenamiento Mindfulness aplicados al mundo de la salud, la educación, la empresa y el deporte, encarnan en nuevas profesiones del siglo XXI. Se trata de Formaciones que canalizan los talentos a menudo dormidos de seres que los «traen puestos», y que están esperando un click catalizador desde el que descubrir la propia Misión de Vida y encontrar el sentido último como fuente de energía y bienestar.
¿Quién de nuestros recientes antepasados pensó que profesiones tales como:
Arqueólogo digital,
Agricultor chef,
Consultor de mindfulness,
Instructor de meditación,
Terapeuta y Educador transpersonal
…Iban a ser las “profesiones estrella” del mañana?
Se avecina un futuro laboral que precisará de personas que no sólo trabajen integradamente entre el ámbito virtual y el real, sino que asimismo se muevan con soltura entre la dimensión personal y la transpersonal del ser humano.
¿Qué necesidades determinan la llegada de tales capacitaciones?
En realidad resulta determinante la aceleración tecnológica que enfrentamos y la “evasión del dolor como solución” que ha adoptado el cada vez más reblandecido ser humano de nuestro tiempo. Al parecer la verdadera maduración de la persona se logra tras la conexión con las fuentes del propio dolor y no precisamente con el “by pass” en forma de copas, pastillas adormecedoras, fiestas evasoras e ideas espiritualistas que venden evasión generalizada. En este sentido, el desarrollo de la dimensión transpersonal permite observar las raíces de nuestras sombras y desde ahí sostener con cierta ecuanimidad aquello que no nos gusta, pero nos hace crecer.
Como contrapartida a esta evasión, muchos seres humanos están firmemente decididos a mirar en su interior hacia el plano de las causas, es decir, al espacio transpersonal en que se manifiesta nuestro más íntimo sentir. Y resulta que desde este hondo mirar, el homo tecnológicus, en muchos casos, se reconoce como enfermo.
Y al preguntarnos cuál es su enfermedad, no parece ya una generalidad afirmar que las dolencias de la humanidad arrancan de los dos grandes “karmas” del desarrollo humano: La ignorancia y la inconsciencia.
¿Acaso existe algún sufrimiento que no pueda aliviarse trabajando en estos dos parámetros?
Cada día acuden a nuestras consultas de terapia transpersonal un mayor número de humanos que se sienten mal “de nada”. Y a poco que indagamos, nos damos cuenta de que dicha dolencia cada vez tiene más de emocional y existencial, que de la pérdida concreta que desató los primeros síntomas. Se trata de la falta de sentido, una especie de amnesia de lo que siempre dio propósito y plenitud a la vida sobre la Tierra.
¿Acaso no es clave vivir el cada día íntimamente motivados por un proyecto de vida? Reconozcamos que la motivación es la fuente de energía más importante de la vida. En realidad la mayor parte de las acciones dejan de ser un esfuerzo o una carga cuando hay motivación.
Las enfermedades más importantes del hoy no están tanto en el alto o bajo colesterol, como en el “arrugamiento emocional” de una vida automatizada y “sin proyecto”; un arrugamiento éste que, por otra parte, conlleva el debilitamiento del sistema inmunológico del psicocuerpo.
Los profesionales del mañana serán expertos en el desarrollo transpersonal y para ello deberán realizar, como parte de su capacitación, un proceso de auto indagación muy profundo. En este sentido, quienes somos formadores de profesionales de la Escuela Transpersonal podemos atestiguar que las propuestas de desarrollo integral que ya nuestros 1.100 alumnos experimentan, tienen efectos asombrosos.
Abordamos un enfoque integral de crecimiento como la gran medicina preventiva, un enfoque basado en los 4 parámetros del crecimiento:
Ejercicio y alimentación,
relaciones emocionales genuinas,
actualización intelectual
y cultivo de la sabiduría del corazón a través de la Cultura del Silencio,
Sin duda un multienfoque que supone el objeto de entrenamiento que muchas de las nuevas profesiones humanistas van a tener que incorporar para un mundo cada día más sediento de coherencia.
El llamado “enfoque integral” de crecimiento conlleva un cambio de actitud frente a la vida, un cambio que señala madurez y responsabilidad en el auto cuidado de nuestro “holón psicocorporal”.
Atención a quienes trabajan más de 5 horas sentados, o a quienes no dedican tiempo a estar en soledad, un tiempo en silencio, darse un espacio esencial… atención a quienes se desconectan de la naturaleza y a quienes viven resignados a un modelo de vida que íntimamente desean dinamitar.
El “mundo que viene” precisa de profesiones con el apellido “Transpersonal”, y eso hace referencia a seres humanos que han recorrido un camino de auto descubrimiento y han encontrado claves para resolver las necesidades profundas que en el seno del anterior paradigma no pueden satisfacerse, y que tenemos la responsabilidad de resolver y no aplazar.
La Escuela Española de Desarrollo Transpersonal ofrece formación en:
Formación en Terapia Transpersonal
Formación en Mindfulness
Formación en Meditación
Formación en Educación Mindfulness para familias y educadores
José María Doria
Escuela Española Desarrollo Transpersonal
www.escuelatranspersonal.com