Tu cuerpo vive el presente ¿Lo hace también tu mente?

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Afortunadamente, hoy en día, se presta más atención al cuidado personal (tanto a nivel físico, como emocional y social) de forma consciente, buscando de esta manera, una mejor calidad de vida.

En esta búsqueda constante del bienestar de la persona, muchas veces nos centramos únicamente en la actividad física y en la alimentación sana, pensando erróneamente que es lo único a lo que es necesario dedicar nuestro esfuerzo y energía para encontrarnos plenamente saludables. En otras ocasiones, nos centramos sólo en buscar la forma de tener un buen estado de ánimo, controlar el estrés y la ansiedad, o mejorar nuestras relaciones sociales para sentirnos tranquilos y en paz pensando que es sinónimo de bienestar general. Sin embargo, no se puede entender una vida plena sin integrar estos tres aspectos.

Para estar plenamente saludables debemos abordar tanto el aspecto físico (salud física), el psíquico (salud psicológica y emocional) como el de las relaciones sociales (salud social).

A la hora de trabajar y desarrollar el aspecto psíquico del individuo se abren varias puertas ante nosotros, tres pilares a través de los cuales se eleva nuestra salud psicológica y emocional: Las emociones, la autoestima y autoaceptación y la motivación.

El primer pilar engloba diferentes elementos, principalmente la forma en la que los pensamientos, emociones y conductas influyen en nuestra forma de afrontar el día a día, en nuestra actitud ante los desafíos que se nos presentan.

Las emociones están presentes en todos los aspectos de nuestra vida, marcando y guiando nuestro comportamiento de manera constante y permanentemente. Por lo tanto, es importante aprender a gestionarlas, modificarlas y canalizarlas de la manera más adecuada para contar con una buena salud principalmente psicológica y emocional, pero sin olvidar su influencia en la salud física y social.

De lo que realmente se trata es de aprender a controlar las emociones, y no al contrario… que sean ellas las que te controlen a ti, y para ello, lo primero que debemos hacer es identificarlas, ser conscientes de las emociones que tenemos en el momento, estar atentos y reconocer las que entran en juego sin huir de ellas o enmascararlas, dejar que salgan para poder manejarlas y utilizarlas de forma adecuada y en nuestro beneficio.

A la hora de ser conscientes de estas emociones, podemos darnos cuenta de la total influencia de los pensamientos, pues son los responsables directos de las emociones. A través de ellos surge un continuo diálogo interno, los juicios e interpretaciones que dirigen nuestro comportamiento y que nos llevan a actuar de una forma u otra ante diferentes situaciones, o incluso en la misma situación.

El segundo pilara la hora de tener una buena salud psicológica y emocional es fomentar la autoestima y la autoaceptación. Tener una adecuada autoestima es aceptarse, valorarse y respetarse. Saber conocerse y reconocerse como la verdadera persona que somos, es lo primero para poder aceptarnos, y para ello es necesario aprender a vernos desde dentro, desde nuestra esencia.

Una persona con alta autoestima es una persona segura de sí misma, serena y confiada para afrontar cualquier situación que se le presente porque sabe que tiene los recursos suficientes para hacerlo, y en caso contrario, puede desarrollarlos para aprender nuevas formas de solucionar problemas y adquirir experiencia. No tiene miedo a equivocarse, a no saber, …reconoce sus limitaciones y trabaja para mejorarlas.

Cuando una persona se dedica tiempo, se quiere, se mima, es permisivo y compasivo consigo mismo, se está valorando y, por ende, reforzando su autoestima. Sin embargo, en muchas ocasiones, permitimos que nuestro crítico interior(esa “vocecita” presente en cada uno de nosotros que se hace notar en forma de pensamientos) tome las riendas y nos machaque, exigiendo, corrigiendo, reprochando, … pensando que de esta manera seremos mejores personas y avanzaremos mucho más en nuestro crecimiento personal. ¡¡No nos dejemos engañar por ella!! Aprendamos a ser más permisivos y valorar nuestra verdadera esencia, esa que no es” perfecta” pero nos hace ser únicos y especiales a cada uno de nosotros.

Si dejamos salir a la luz esa esencia, la aceptamos y valoramos, la reconocemos como propia, personal y única, descubriremos lo que nos apasiona y hace disfrutar. Podremos conocer el motor que nos lleva a la acción, lo que nos mueve en una dirección y no en otra, nuestro propósito en la vida.

Llegamos así al tercer pilar dentro de la salud psicológica y emocional: la motivación. Dentro de cada uno de nosotros se encuentra una vocación, eso que nos sale solo sin apenas darnos cuenta y con los ojos cerrados. Eso que cuando lo estamos llevando a cabo nos hipnotiza, nos transporta a otro nivel donde perdemos la noción del tiempo. Ser consciente de esta motivación nos facilitará el camino para sentirnos más felices y descubrir hacia dónde dirigir nuestra fuerza y energía a la hora de realizar determinadas tareas.

Darnos cuenta de nuestra motivación en la vida, también nos ayudará a buscar la forma de movernos en otros terrenos e iniciar un plan de acción más acorde a nosotros mismos, en esas tareas menos atractivas pero necesarias para conseguir una salud plena. Así, adquiriremos el compromiso y la responsabilidad para ser independientes y autosuficientes, para desenvolvernos en cualquier reto que se nos plantee sin depender de nada ni de nadie, contando solamente con nosotros mismos y todo lo que eso implica: ser consecuentes.

En definitiva, para poder estar plenamente saludables en el terreno psicológico y emocional, debemos centrar nuestra atención en ser coherentes entre lo que uno piensa, siente, dice y hace. 

Te animamos a realizar este taller con nosotros, donde trabajaremos en los tres niveles de salud (física, psicológica-emocional y social) desarrollando las habilidades y recursos necesarios para disfrutar de una vida plenamente saludable. El taller lo impartiremos en un entorno rodeado de naturaleza y vida, basado en herramientas fundamentalmente dinámicas para afianzar mucho mejor su contenido y conseguir nuestro principal objetivo: cultivar nuestra atención plena.

Silvia Tomé
Centro Piedra Luna
Tel. 920 36 11 36 – 635 522 746
centropiedraluna@yahoo.es

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