La acupuntura clásica (Medicina tradicional China), nace como un método preventivo en la cultura oriental, se aplica para no enfermar, en sesiones prácticamente diarias. Es más, en la antigüedad, si un paciente llegaba a enfermar, el médico no cobraba sus honorarios.
En Occidente, nuestro ritmo y filosofía de vida son diferentes, sólo acudimos a un acupuntor después de años dando vueltas de un médico a otro sin resultados convincentes, con un dolor o enfermedad crónica, esperando que éste «obre un milagro en una sesión».
Es por esto que la acupuntura requería un método diferente para ritmos de vida diferentes.
Actualmente, en todo Occidente, la acupuntura ha dejado de ser una «Medicina Preventiva» como es en su origen para convertirse en «sintomática», esto quiere decir que muchas dolencias y enfermedades son provocadas por emociones reprimidas que somos incapaces de asimilar (y en la mayoría de los casos de exteriorizar). Vivimos en una sociedad totalmente estresada y no hacemos caso de los pequeños «toques de atención» que nos envía nuestro cuerpo, con el tiempo, estos derivan en enfermedades. A veces, cuándo nos duele un codo, puede ser un simple golpe, pero también puede ser el reflejo de algo más profundo.
Por lo tanto, salvo en casos de accidente, de nada sirve tratar a un paciente solamente de sus síntomas, si en cuánto se enfrente a sus traumas emocionales, va a recuperarlos, si cabe, con más fuerza.
Lo que más molestia nos causa es el dolor, intentamos calmarlo para poder continuar nuestro ritmo habitual, sin preocuparnos del porqué de ese dolor, «sólo queremos que no nos duela.» Tomar un analgésico calma el síntoma pero no nos cura, sin embargo, tratar la emoción que se esconde detrás de éste (origen) es lo verdaderamente efectivo para que el dolor no vuelva a aparecer.
Se ha demostrado que la acupuntura emocional es maravillosa, prácticamente milagrosa en muchos casos después de algunas sesiones.
La mayoría de pacientes comienzan a notar la mejoría a partir de la primera sesión, y a partir de la cuarta o quinta es cuándo podemos hablar de una recuperación prácticamente completa, en muchos casos.
La acupuntura emocional es, ante todo, un sistema de tratamiento general, que va desde los síntomas y los dolores que estos provocan, tratando las emociones más escondidas, consiguiendo que el propio cuerpo reaccione y solucione los problemas orgánicos ocasionados.
La efectividad viene al combinar varias técnicas, (kinesiología, reflexología, auriculoterapia, etc.) regulando así energías físicas, energéticas y emocionales, contando, por supuesto, con las importantes bases de la medicina tradicional china, aunque las agujas no lo son todo en ésta técnica. Es más, se ha comprobado que no es necesario aplicar demasiadas para conseguir regular las energías de nuestros órganos y conseguir un equilibrio perfecto.
Toda enfermedad es un mensaje que nos manda el cuerpo para que corrijamos nuestro caminar.
UIMEC
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