Son momentos divertidos en mis cursos cuando hago la pregunta: ¿Se puede vivir sin cerebro?
Las respuestas suelen ser muy graciosas.
- Claro que si, basta pensar en mi ex-pareja…
- Deberías conocer a mis compañeros de trabajo…
- Por supuesto, basta escuchar a los políticos…
En su libro EL CAMPO, la periodista investigadora Lynne MacTaggart, da un repaso de los descubrimientos científicos que demuestran la existencia de un campo de energía que todo lo circunda, conectando hombre y materia. Los científicos descubrieron las características espaciales del campo y su potencial.
Referente al llamado CAMPO PUNTO CERO (el nombre viene del hecho que hasta en el absoluto punto cero la energía puede ser sentida y medida) puede que haya una explicación por la infinidad de fenómenos conocidos y procesos que han sido una incógnita para la comunidad científica durante generaciones.
Los resultados milagrosos de la Conexión Sanergética, del electromagnetismo, de la gravedad, del amor, de la videncia y clarividencia, de la teletransportación de partículas, de la curación instantánea de las enfermedades, trastornos, síndromes y heridas…
Los orígenes de estos diversos fenómenos pueden, todos ellos, ser rastreados hacia este campo cuántico.
Lynne: Los investigadores han descubierto que el Campo Punto Cero contiene el mapa o diseño de nuestra existencia. Todo y todos estamos conectados unos con otros mediante este campo, donde se dice que toda la información de todos los tiempos está archivada.
ADM: Al nacer, nuestro ADN lleva impresa la información genética y las vacunas naturales de todas las enfermedades sufridas y autocuradas por nuestros ancestros. Somos bebés fortísimos, ya que «nuestra sangre» se transmite de generación en generación y sobrevive desde Adán y Eva… Técnicamente somos acero inoxidable indestructible. Enfermarnos no tiene lógica ni gracia y seres tan fuertes deberían crear decenas de niños sanos. Es una lástima que hayamos aprendido a hablar y de esta manera seamos víctimas de toda la gente que nos educa a través de mentiras, convicciones, religiones, doctrinas y medicinas inventadas por gente poco honesta que se aprovechó del hecho que se había perdido «La Conexión» con su diseño original y la capacidad de sintonizarse con el plan que estaba previsto para ellos.
LA SALAMANDRA…
Pues… reformulamos la pregunta: si desconectaron nuestro cerebro de la justa información, ¿podemos ser reprogramados o podemos funcionar… sin cerebro?
ADM:El biólogo Paul Pietsch de la universidad de Bloomington en Indiana (EEUU) quería saber dónde se almacenan las memorias en el cerebro. Pietsch hizo experimentos con salamandras. primero les enseñó ciertos patrones específicos de conducta. Luego, para destruir su memoria, les sacó sus cerebros y los metió en una trituradora de carne. Finalmente introdujo los restos de los cerebros nuevamente a los cráneos de las salamandras.
Supongo que murieron…
ADM: Al contrario. Se recuperaron rápidamente. Las salamandras volvieron a demostrar el comportamiento que se les enseñó. Dicho de otro modo: sus cerebros fueron destrozados, pero su memoria permaneció.
Imposible, esto no me lo creo.
ADM: Pues podrán consultar el relato de estos experimentos históricos en los archivos de la universidad de Bloomington. Pondremos el enlace al final de la conversación. Nuestra mente no está en nuestro cerebro, ni en nuestro cuerpo, sino en «El Campo» etérico del planeta.
¿Cómo debo imaginarme esto?
ADM: Cómo un AURA que rodea por todos lados todo el planeta, una «nube», como la describen los informáticos, un indestructible disco duro con super memoria cuántica que guarda todo lo que la humanidad ha aprendido, todo el progreso desde su existencia, todo el conocimiento de la humanidad entera, al cual tenemos acceso ilimitado sin restricciones.
¿Por qué utilizan Salamandras?
ADM: Son animales prehistóricos que sobrevivieron en todas las épocas del planeta, fuego, hielo, piedra, hierro… Tienen acceso a millones de años de información y nadie, nunca, le ha impuesto información ajena. Existe «UNA» manera de ser salamandra, mientras que el humano está sumiso a miles de millones de humanos con miles de millones de creencias y convicciones diferentes.
Pero tenemos un aura personal. ¿No forma parte del «Campo»?
ADM: Tu aura personal vibra cómo tu cuerpo, es otro cuerpo físico tuyo, pero energético, no visible.
Debo admitir que no entiendo bien la diferencia entre físico y energético. ¿Qué pruebas tenemos de la existencia de un cuerpo invisible?
ADM: De esto tenemos pruebas suficientes desde que Kirlian inventó esta fotocámara que distingue las frecuencias electromagnéticas que nos rodean, transformando los micro-amperes en tintas de color. Estas partículas que nos rodean contienen la información para poder reconstruir cualquier parte de nuestro cuerpo. Todos sabemos que al amputar una pata de la salamandra, su quijada o hasta las lentes de su ojo vuelven a crecer, sin necesidad de intervenciones quirúrgicas.
El ser humano ¿también podría hacer esto?
ADM: En teoría ¡claro que sí! El problema es que necesitaremos unos tres millones de años más antes de creérnoslo. Cuando accidentalmente nos cortamos pelando patatas, nuestro propio sistema procura cicatrizar la herida, nuestra memoria ancestral corrige hasta volver al diseño original, al cuerpo perfecto que estaba previsto para nosotros. A la gente que se les ha amputado algo puede sentir el dolor o simplemente la presencia de este pie, brazo o pierna. Que haya o no la pierna, el diseño original sigue proveyendo la información, el calor, el frío, el cosquilleo, el reumatismo.
Somos mamíferos y tenemos el don de la autocuración. Lo que crees… creas, es toda la sabiduría que los nuevos técnicos vibracionales, cómo los Sanergistas, intentan enseñar a través de la Sanergía y la Conexión Sanergética.
El Creador, de Alessandro Di Masi, ediciones Natural Madrid.
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