Higiene Oral

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La salud bucodental es muy importante, ya que masticar correctamente y tener una boca sana no sólo aumenta la calidad de vida y facilita la correcta absorción de los alimentos, sino que previene problemas cardiacos y de artrosis provocados por infecciones bucales. El déficit masticatorio, como consecuencia de la ausencia de piezas dentales por caries no reparadas y/o infecciones periodontales insuficiente y tardíamente tratadas, o no tratadas en absoluto y agravadas por hábitos nocivos como el tabaquismo y la deficiente higiene dental, colaboran en la aparición de situaciones de desnutrición.

Los problemas más habituales son la caries, especialmente radiculares; enfermedades gingivales y periodontales; xerostomía; halitosis, infecciones de la mucosa bucal, micosis, trastornos gustativos; reabsorción ósea de los maxilares; patologías asociadas a prótesis removibles, disfagia; etc. Además, se producen también cánceres bucales y se observan manifestaciones orales de enfermedades sistémicas.

Principales medidas higiénicas

Hasta hace unas décadas, el estudio del envejecimiento orofacial, se limitaba al problema de la pérdida de dientes. Siempre se había considerado como algo inherente al envejecimiento, la pérdida de las piezas dentarias. En el proceso de envejecimiento pueden deteriorarse o perderse piezas dentarias, pero las patologías que más afectan a la cavidad bucal no suelen ser consecuencia intrínseca del envejecimiento o de enfermedades intercurrentes, sino que, habitualmente, suelen tener su origen en la falta de cuidados higiénicos durante un cierto tiempo.

Favorecer la remineralización del esmalte

Mediante la utilización de pastas y colutorios fluorados. Las pastas que contienen entre 1500 a 2500 ppm, de fluoruros han mostrado ser efectivas en la prevención de caries en adultos. Los principales compuestos fluorados que se utilizan son Fluoruro sódico, Monoflúor fosfato de sodio, Fluoruro de estaño, Flúor de aminas y Fluoruro potásico.

Eliminación de la placa bacteriana

a) Eliminación mecánica

Existen muchos factores que intervienen en la eficacia de la eliminación mecánica de la placa bacteriana utilizando cepillos manuales. Se recomienda el uso de un cepillo dental personal, mango recto, penacho de filamentos de cerdas de nylon blando, de puntas redondeadas.

Todas las variedades de seda dental parecen ser igual de efectivas, excepto las sedas de malla con enhebrador, que serían menos efectivas en individuos con espacios cerrados. Los cepillos interdentales deben ser indicados en espacios abiertos. Ambos son las opciones más efectivas, aunque su uso está poco extendido en la población. La elección de uno u otro dependerá de distintos factores: el tamaño de los espacios interdentales, las preferencias del individuo, las habilidades en relación con la dificultad de uso, y de las características específicas de ciertos grupos de población.

b) Eliminación química

Existen diferentes sustancias para controlar la placa bacteriana. Su efectividad es variable y depende de su espectro antiséptico, su sustantividad o su estabilidad. Las más utilizadas son las siguientes:

  • Se libera gradualmente durante las 12 horas siguientes a la absorción y evita la colonización bacteriana. Es un agente antiséptico de amplio espectro y el más utilizado en enfermedades de las encías. También potencia la remineralización en lesiones de caries. El principal inconveniente es que produce coloración de los dientes, por lo que no es conveniente prolongar su uso diario durante más de 15 días. No se debe utilizar inmediatamente después del cepillado, dado que la clorhexidina es inactivada por compuestos habitualmente presentes en las pastas dentífricas, como el lauril sulfato sódico.
  • Derivados de amonio cuaternario. Se liberan a mayor velocidad que la clorhexidina y, por lo tanto, son menos eficaces. El más común es el Cloruro de Cetilpiridinio. Entre sus efectos indeseables se cuentan la tinción dental, la formación del sarro y la sensación de quemazón. Se utiliza en forma de colutorio 2 veces al día.
  • Triclosán. Combinado con citrato de zinc o con un copolímero, tanto en pastas como en colutorios. Reduce significativamente la placa, aunque en menor medida que la clorhexidina.
  • Se utiliza con frecuencia como agente antiséptico por sus propiedades antibacterianas y antifúngicas. Posee capacidad de retención en la placa dental y en las membranas mucosas, siendo activa durante 8-10 horas.

El uso de colutorios u otras formas de control químico debe ser una ayuda al control mecánico y no un sustituto.

Control de la dieta

Los adultos mayores suelen seguir una dieta cariogénica.

En caso de sequedad o deshidratación de la boca comer trozos de frutas jugosas y rociar la boca con un spray de agua fría o chupar un trozo de hielo o bien mascar chicle sin azúcar (con Xylitol o sorbitol).

Corregir malos hábitos

Suprimir o controlar el consumo de tabaco y alcohol.

Dado que el tabaquismo afecta la salud bucal de diversas maneras, es necesario informar a los adultos mayores con respecto a los peligros para la salud del uso del tabaco y de los riesgos de desarrollar enfermedades bucales relacionadas con tabaco incluyendo cáncer bucal, enfermedad periodontal. Además el tabaco afecta la cicatrización de heridas en la boca.

El alcohol produce la irritación de la mucosa bucal. Sobre todo la combinación tabaco-alcohol puede favorecer la aparición de cáncer bucal.

Mantenimiento de las prótesis dentales

Es muy frecuente el uso de prótesis dentales removibles (dentaduras postizas) en las personas de edad avanzada. Éstas deben mantenerse limpias y libres de alimentos que puedan causarle manchas, mal aliento o inflamación de las encías.

Por la noche la prótesis debe ser retirada y limpiada con un cepillo suave, preferentemente uno diseñado para limpiar dentaduras postizas, y pasta dental y depositadas en un recipiente con agua, donde se puede diluir líquido o comprimidos limpiadores de prótesis. No deberá olvidar la limpieza de la boca. Se recomienda enjuagarse la boca con colutorios antisépticos, el de elección será la Clorexhidina al 0,12% por su mayor eficacia. Asimismo, se limpiará la mucosa bucal y la lengua con la ayuda de un cepillo suave impregnado en Clorexhidina.

Las prótesis dentales están hechas para ajustarse de forma precisa. Debido a las modificaciones que sufre la estructura bucal, puede ser que la prótesis se mueva. Podemos recomendar el uso de un adhesivo dental para asegurar la dentadura en su lugar. Los adhesivos dentales pueden usarse de manera temporal para mantener la dentadura estable hasta que pueda acudir al dentista para su ajuste, pero el uso constante puede enmascarar infecciones y causar la pérdida de hueso de la mandíbula.

La prótesis produce rozaduras que puede favorecer la formación de úlceras dolorosas en las encías o en la mucosa que pueden dificultar la ingesta de alimentos. En estos casos pueden ser muy útiles los colutorios, geles o sprays (según la localización de la úlcera) a base de Ácido Hialurónico. Al tratarse de una sustancia presente de forma natural en la boca como constituyente fundamental del tejido conectivo gingival, donde desarrolla funciones de reparación de los tejidos y antiinflamatoria, el Ácido Hialurónico ayuda a proteger, cicatrizar y reparar el tejido gingival dañado, formando una capa protectora que reduce el dolor producido por la úlcera, mientras se produce su cicatrización.

La Candidiasis oral u orofaríngea en los usuarios de prótesis dentarias, es una afección frecuente. Se presenta como un enrojecimiento oral difuso con la aparición de placas blancas en la mucosa de la boca y comúnmente con desaparición de las papilas linguales (la lengua aparece brillante), a menudo con lesiones en la comisura de los labios. Los síntomas más frecuentes son la desaparición del gusto y sensación de dolor, ardor y picor en la cavidad oral. Deberá recomendarse una correcta higiene bucal, y a menudo se requerirá de la administración de antimicóticos tópicos o por vía sistémica.

Control de la hipersensibilidad dental

Cuando el cepillado actúa sobre la dentina expuesta aparece una sensación dolosa. Esta dentina expuesta es una zona muy sensible a los distintos estímulos, ya sean estos térmicos, osmóticos o eléctricos, y puede generar apertura de túbulos dentinarios y desencadenar y mantener la hipersensibilidad dentinaria.

Para eliminar la sensación dolorosa es aconsejable utilizar pastas dentales a base sustancias desensibilizantes con bajo índice de abrasividad y cepillos suaves que proporcionaran una limpieza suave pero eficaz sin dañar el esmalte. Se pueden usar geles bioadhesivos de forma tópica en los puntos de mayor sensibilidad para aumentar el tiempo de contacto.

Las sustancias desensibilizantes que contienen pastas y colutorios son:

  • Nitrato de Potasio y Citrato de Potasio: Desensibilizan la terminal nerviosa presente en la Pulpa, penetrando en los túbulos dentinarios hasta el nervio, causando un bloqueo, lo que impide que el nervio envíe señales dolorosas al cerebro. Se presenta una significativa reducción de la hipersensibilidad al mes de uso.
  • Cloruro de Estroncio: Tapa los túbulos dentinarios con cristales (cristales de fosfato de estroncio), lo que elimina o reduce la vía para que lleguen los estímulos a la Pulpa. También contribuyen a la formación de Dentina de Reparación. Se puede presentar una buena respuesta al tratamiento después de una semana de uso, aumentando esta mejoría con el tiempo.
  • Flúor: Tapa los túbulos dentinarios con cristales (fluoruro cálcico), lo que reduce el diámetro del túbulo y la transmisión de estímulos. Presenta una buena respuesta a las tres semanas de uso.

Nuestra recomendación

  1. Higiene diaria. Los dientes pueden durar toda la vida con un cuidado adecuado, por eso es importante mantener siempre una correcta higiene. Es necesario, después de cada comida, cepillarse los dientes con dentífricos con flúor, limpiar la lengua y completar la limpieza con hilo dental o cepillos interproximales.
  2. Revisión periódica. Las personas mayores son especialmente propensas a sufrir alteraciones bucales relacionadas con el uso de prótesis dentales, ingesta de medicamentos y trastornos generales de la salud. La prevención es el primer paso para tener una boca sana. Se recomienda acudir cada seis meses al odontólogo para que examine el estado de la boca.
  3. Dieta equilibrada. Para tener unos dientes y encías sanos hay que mantener una dieta equilibrada, consumiendo los cinco grupos básicos de alimentos: lácteos, cereales, carne, pescado, frutas y cereales.
  4. Medicamentos y problemas de salud. La ingesta de medicamentos influye directamente en la salud bucodental. Es necesario comentar al odontólogo cualquier tratamiento que se esté realizando o cualquier enfermedad padecida, ya que puede explicar la situación bucodental.
  5. Cuidar las prótesis. El uso de prótesis dentales requiere de cuidados especiales y constantes. Éstas deben estar ajustadas al paladar del paciente y, en el caso de que se afloje, es necesario acudir al especialista para que la adapte. Mantener la dentadura limpia y ajustada, evita la aparición de manchas, mal aliento o inflamación de encías.
  6. Controlar la glicemia. Las personas que tienen diabetes pueden tener problemas en la dentadura y las encías más frecuentemente si las concentraciones de glucosa en la sangre permanecen altas.

Fernando Barrera
Saludcare
www.saludcare.es

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