Fibromialgia, una enfermedad medioambiental

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Fibromialgia, una enfermedad medioambiental
Expediente según el Dr UME

Introducción

El síndrome fibromiálgico (“fibro » para los tendones, «mio» para los músculos; » algia » para el dolor), que afecta del 2 al 6 % de la población de los países industriales, está reconocido por la OMS bajo el N° M 79.0 (International Statistical Clasificación of Diseases) ‘’reumatismo no especificado».

Otros términos describen, más o menos, esta noción como reumatismo muscular, reumatismo de tejidos blandos, reumatismo abarticular, fibrositis.

Es un síndrome de dolores musculo-esqueléticos profundos, de tipo crónico, con localización, principalmente, simétrica y acompañados de rigidez y de una diversidad de manifestaciones sistémicas como trastornos del sueño, cansancio, picores específicos, trastornos funcionales como el colon irritable, cefaleas de tensión,…

Todavía mal conocida, la fibromialgia, es objeto de polémicas para los científicos, sus causas, todavía, no son claramente identificadas. Se consideraba, hasta hace poco, como una enfermedad psiquiátrica.

Hoy, además de un perfil psicológico particular (estados depresivos, pesimismo, cansancio, lasitud), se apuntan factores fisiológicos (perturbaciones metabólicas, hormonales, etc.) Y un contexto de vida (estrés, alimentación, sedentarismo) que predispone a ello.

Sí es importante no ignorar la depresión cuando se traduce en quejas que hacen pensar en un problema somático, también es importante no catalogar depresión y » en la cabeza » todas las expresiones de un desequilibrio orgánico (sobre todo tóxico) subyacente.

Clínicamente, el síndrome, se caracteriza por puntos sensibles típicos (tender points), localizados a nivel de los tejidos blandos. Diversos factores físicos y psíquicos pueden agravar los síntomas.

Entre los diferentes aspectos propuestos, los criterios del ACR (American College of Rheumatology) parecen ofrecer la sensibilidad más grande y la especificidad más fuerte.

1. Anamnesis de 3 meses de dolor difuso.

Se considera el dolor como ampliamente difuso si es señalado a la vez a nivel de las mitades izquierda y derecha del cuerpo, encima y debajo de la cintura y a nivel del esqueleto axial (raquis cervical, tórax anterior, columna dorsal y lumbar).

2. Dolores a la palpación digital en 11 de los 18 puntos sensibles definidos.

Antes de que un punto sensible sea evaluado positivo, hace falta que el paciente señale un dolor y no sólo una sensibilidad a la palpación.
Puntos sensibles (siempre bilaterales). Ambos criterios deben ser reunidos. Una segunda afección clínica no excluye el diagnóstico de fibromialgia.

Causas de la fibromialgia

Todavía no se conoce la etiología y la patogénesis del SFM.
existen algunas investigaciones que permitieron identificar ciertos factores que predisponían a la fibromialgia:

  • Trastornos de neurotransmisores en el cerebro: un déficit de serotonina (relación conocida con la depresión, la migraña y los trastornos gastrointestinales) y un trastorno metabólico de la proteína P, que aumentaría la sensibilidad al dolor y cuya asociación con el estrés, la ansiedad y la depresión es también conocida;,
  • Un trastorno del sistema nervioso simpático: habría una baja de la actividad del sistema simpático (bajada de tensión arterial, disminución de la velocidad del ritmo cardíaco, aumento de los movimientos intestinales, etc.) Una sensibilidad al frío, a veces un fenómeno de Raynaud, una retención de líquidos, una sensibilidad vesical en ciertos pacientes.
  • Los pacientes afectados por SFM, a menudo, señalan trastornos del sueño acompañados por cansancio cuando se levantan. Estas quejas se han relacionado con una anomalía del EEG, a saber, la presencia de ondas alfa-delta en la fase IV, no REM, que corresponde al momento del despertar. El sueño alfa-delta interferiría con la secreción de ciertas hormonas hipofisarias como la somatomedina-C relacionada con la hormona del crecimiento. Pero esta hormona desempeña un papel crítico en la homeostasia y la recuperación muscular.
  • Si todavía no se ha encontrado una etiología viral, los pacientes imputan a menudo el principio de su afección a síndromes infecciosos relativos sobre todo a las vías respiratorias superiores.

Varios factores de influencia desempeñan un papel secundario sobre el círculo vicioso del dolor 

  • Trastornos del sueño
  • Depresión
  • Tiempo húmedo y frío
  • Obesidad, hiperlaxidad, anomalías posturales
  • Factores metabólicos y neuro-hormonales
  • Ansiedad, estrés
  • Inactividad física, debilidad muscular
  • Hiperactividad física, traumatismos
  • Entorno social desfavorable
  • Actitud negativa de los médicos
  • Espasmos musculares, parestesias

Síntomas de la fibromialgia

  • Dolores musculares difusos y puntos específicos del cuerpo sensibles al tacto (ver el esquema), que, a menudo, persisten durante meses y se acompañan de rigidez.
  • Un sueño agitado con cansancio y rigidez al levantarse. Parece que las personas que sufren de fibromialgia no alcanzan la fase de sueño profundo y reparador.
  • Un cansancio persistente (todo el día), que impide, a veces, funcionar a lo largo del día, y que no está aliviado por el descanso.
  • Dolores de cabeza o fuertes jaquecas, probablemente, causadas por las tensiones musculares del cuello y de los hombros.
  • El síndrome del colon irritable (las diarreas, el estreñimiento y los dolores abdominales son frecuentes).
  • Estados depresivos o ansiedad (aproximadamente en un tercio de las personas fibromiálgicas).
  • Dificultades de concentración.
  • Un aumento de la sensibilidad de los sentidos, es decir, una sensibilidad aumentada a los olores, a la luz, al ruido y a los cambios de temperatura (además de la sensibilidad al tacto).
  • Un entumecimiento y unos hormigueos en las manos y en los pies.
  • Menstruaciones dolorosas (dismenorrea).
  • Síndrome de la vejiga irritable.
  • Dolores torácicos.

Prevalencia 

  • Una frecuencia de SFM del 14.6 % ha sido descrita en un informe de reumatología en EEUU
  • El 30 % de los pacientes de menos de 50 años que se presentan por primera vez en reumatología
  • En medicina general, tasas del 4 al 5 % por lo que deducimos que los que vemos representan sólo la parte visible del iceberg.
  • También en el niño (el 6.2 % de una población de alumnos israelíes)

Personas con riesgo 

  • Las mujeres. Son más susceptibles de sufrir de fibromialgia que los hombres, en una relación de, aproximadamente, cuatro por uno. En las mujeres, la enfermedad aparece entre 30 y 50 años y, generalmente, alrededor de la edad de la menopausia, período caracterizado por una bajada de estrógenos. Para ciertas mujeres, la menopausia, favorece un estado depresivo propicio a la aparición de la fibromialgia.
  • Las personas de más de 50 años.
  • Aquellas personas que un miembro de la familia sufrió de fibromialgia.
  • Las personas afectadas por trastornos del sueño debidos a espasmos musculares nocturnos o al síndrome de las piernas sin descanso.

Prevención de la fibromialgia

No ha sido identificada categóricamente la causa de la fibromialgia, y ninguna manera de prevenirla está reconocida. Las medidas siguientes pueden ayudar a disminuir su gravedad.

Alimentación 

En ciertos casos de síndrome fibromiálgico, se ha podido poner en evidencia hipersensibilidad o intolerancia alimentaria.

La intolerancia alimentaria es, en un sentido amplio, es una reacción adversa reproducible con uno o varios constituyentes alimentarios, no relacionados con un desorden psíquico (Sullivan, 1999; David, 2000), que puede ser causado por mecanismos inmunológicos (hipersensibilidad) o no inmunológicos (deficiencias enzimáticas de  lactasa, peptidasas,…).

Estas hipersensibilidades alimentarias basadas en respuestas inmunológicas tardías al IgG, que se manifiestan, tanto a nivel digestivo como en los órganos extraintestinales (SNC, endocrino, articular), pueden ser puestas en evidencia por un método de dosificación cuantitativa de las IgG específicas, el test IMUPRO 300.

El Dr. Andrew Weil, emite algunas recomendaciones de orden dietética dedicadas a las personas afectadas por fibromialgia:

  • Eliminar de su alimentación los aceites vegetales hidrogenados (como ciertas margarinas que quedan sólidas a temperatura ambiente) y los alimentos cuyo contenido en ácidos grasos “trans” es elevado (como los alimentos fritos, los pasteles y las galletas)
  • Aumentar su aportación en ácidos grasos omega 3, un ácido graso esencial para el buen funcionamiento del organismo. Las semillas de lino, el aceite de lino y los aceites de pez (contenidos en los peces grasos salvajes como la caballa y el salmón) son fuentes importantes
  • Comer suficientes frutas y verduras (5 a 10 porciones según la guía alimentaria canadiense);
  • Incorporar a sus platos el jenjibre y la cúrcuma.

Gestión del estrés 

El estrés representa una serie de controles y de alineamientos que constituyen un mecanismo de adaptación al cambio.

Es la acumulación de presiones, normales o anormales, relacionadas con la vida de cada día, que solicita la capacidad del individuo para hacerles frente.

El estrés es consecuencia de una acción combinada del cuerpo y del espíritu, que implica la percepción de una agresión y una modulación instantánea de la reacción que resulta de ella.

El estado de reacción del estrés parece dirigido esencialmente por tres grandes sistemas de integración del cerebro :

  • El sistema de activación de la formación reticular
  • El sistema límbico
  • El hipotálamo

La reacción relacionada con el estrés tiene dos vías asociadas, pero esencialmente distintas: el sistema nervioso autónomo y el sistema neuroendocrino.

En el plan fisiológico, la resistencia de un individuo viene determinada por su actuación cuando percibe un acontecimiento cualquiera como una amenaza.

Es entonces cuando la percepción del individuo genera el estado del estrés y no el acontecimiento. Un acontecimiento que representa una amenaza evidente para una persona, puede muy bien incitar a otra a sobrepasarse, o simplemente pasar inadvertido. De un punto de vista técnico, el estímulo se convierte en estrés, cualquiera que sea su importancia, solamente si el individuo que reacciona a esto lo percibe como una amenaza.

Además, cada persona tiene un umbral de reacción que le es propio, y que depende :

  • Del temperamento
  • De las experiencias pasadas
  • De la personalidad
  • De las modificaciones que han podido sobrevenir recientemente en la existencia del sujeto
  • Del apoyo social que proviene de la familia, de los amigos, de las relaciones profesionales.

Nos diferenciamos, considerablemente, por la manera en la que reaccionan los diferentes sistemas de nuestro organismo. En efecto, cada persona presenta un tipo de órgano-target privilegiado cuando está sometida al estrés.

Todos estos factores individuales contribuyen a determinar el carácter adaptativo o no adaptativo del estrés. En los casos de no adaptación a una situación estresante, hay:

  • Ansiedad o depresión que interfieren con las funciones normales del individuo
  • Desórdenes funcionales (problemas gastrointestinales, cansancio, cefaleas de tensión, insomnio)
  • Exacerbación de un trastorno orgánico preexistente
  • Irritabilidad – disminución del umbral de cólera o de frustración
  • Regresión o dependencia
  • Disfunciones cognitivas como percepciones irreales, despersonalización, obsesiones
  • Pesadillas de tipo traumático
  • Comportamiento antisocial, criminal o desviado.

Restablecimiento de las carencias o desequilibrios en oligoelementos 

Las necesidades de oligoelementos son variables de un individuo al otro e incluso en el mismo individuo, en función del contexto fisiológico, del programa genético, de la etnia y de la situación patológica.

La oligoterapia funcional de Ménetrier y su concepto de las diátesis nos permite prescribir, con una fiabilidad completamente conveniente:

  • Manganeso: astenia matutina con inestabilidad y nerviosismo.
  • Manganeso Cobre: fatigabilidad con dificultades de concentración, pesimismo, de la diátesis hiposténica
  • Manganeso Cobalto: fatigabilidad progresiva del sujeto mayor, emotivo, angustiado con pérdida de memoria, diátesis distónica
  • Cobre Oro Plata: astenia intelectual, atonía periódica o global, desánimo, insomnios, ideas suicidas de la diátesis anérgica
  • Zinc Níquel Cobalto o Zinc Cobre: de la astenia cíclica (11-17 h) o estacional (primavera – otoño) con depresión pasajera y obnubilación periódica.

Patología dental 

La boca y los dientes desempeñan un papel fundamental en el equilibrio energético de todo el conjunto del cuerpo. Se sabe que varios metales con potenciales diferentes de óxido reducción (las amalgamas, las coronas, los pivotes), bañados por el medio conductor de la saliva, actúan como pilas (electrogalvanismo intrabucal) que pueden tener repercusiones sobre la salud.

Además, el mercurio en las amalgamas (1 gr / amalgama) se libera masivamente por este proceso de electrólisis, pero también por la masticación, el pH, el calor. Bajo forma de vapor, pasa directamente las barreras fosfolipídicas de las células o en la sangre, y se encuentra en concentración tóxica en diferentes órganos, entre los cuales se encuentran los riñones y el cerebro.

Un diente desvitalizado puede ser una verdadera bomba de efecto retardado y representar un foco infeccioso o tóxico, a veces temible.

La hipersensibilidad al níquel asociada al SCC o al SFM con o sin autoinmunidad, ha sido descrita, por primera vez, por el profesor Stejskal en 1999 (www.melisa.org), al examinar la hipersensibilidad a los metales pesados, en pacientes con patologías diversas complicadas con SCC y/ o FM.

Mala absorción digestiva – disbiosis 

Comamos lo que comamos, absorbemos sólo proteínas, lípidos y glúcidos. Para transformar estos tres grupos de alimentos de base en materiales bioquímicamente explotables por nuestro organismo, tres grupos de enzimas son necesarias: las proteasas, las lipasas y las amilasas. Este reajuste enzimático empieza con el primer bocado y se acaba a nivel del intestino delgado,  dónde se efectuará la absorción, después de toda una serie de etapas de igual importancia y según una secuencia muy precisa.

La insuficiencia de una de estas etapas intermediarias, se traducirá en una transformación incompleta de nuestros alimentos y por una insuficiencia de absorción de uno u otro de los constituyentes de base de nuestra vida.

Las materias no absorbidas y no aprovechables se quedan en el intestino y están concentradas y deshidratadas a nivel del intestino grueso, para acabar en heces en el recto. A nivel del colon todavía puede haber alguna explotación de estos alimentos incompletamente digeridos por la presencia en el tracto digestivo de una flora microbiana indígena (lactobacillus, bacillus bifidus) que encuentra de qué vivir en estos restos alimentarios.

Algunos de estos microorganismos van a generar productos accesorios, de los cuales nuestro organismo va a hacer uso (vitaminas B, vit. K, transformación del Cobalto alimentario en vit.B12). Ciertos organismos extranjeros, (coli patógenos, streptococcus, salmonella, candida albicans) también van a sacar provecho de estos residuos para desarrollarse y provocar, por su presencia en exceso y la liberación masiva de toxinas, no sólo problemas gastrointestinales sino también repercusiones importantes a nivel de los sistemas inmunitarios y neuroendocrinos.

En efecto, el 80 % de nuestro sistema inmunitario está distribuido a lo largo del tubo digestivo. Sólo se puede insistir en los efectos nefastos de una microflora intestinal disbiotica y, al contrario, en los efectos benéficos de una suplementación con probióticos vivientes y viables en el hombre.

NHM
www.NaturalHealthMeans.com
Recursos Naturales para la Preservación de la Salud

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