Los dos métodos de filtración más habituales para la obtención de un agua potable, generalmente descrita como bien filtrada, son los aparatos de ósmosis y los filtros de bloque de carbón de poros finos. Sin embargo, los resultados de las dos técnicas no pueden ser más diferentes. ¿Cómo es esto posible y por qué? ¿Cuáles son los criterios de calidad para ambos métodos de filtración?
El funcionamiento de los filtros de bloque de carbón es bien conocido y, precisamente por eso, con frecuencia se subestima. Por otro lado, también se habla mucho del agua de ósmosis, de su pureza, de sus posibles efectos sobre la salud y de los posibles peligros que conlleva. No obstante, es sorprendente el escaso conocimiento que los consumidores suelen tener respecto a qué es exactamente el agua de ósmosis y qué propiedades y efectos tiene realmente sobre la salud y en el hogar y, por lo general, estos aspectos tampoco suelen cuestionarse.
La técnica de ósmosis tiene fama de filtrar el agua particularmente bien. En un sentido más estricto, incluso puede decirse que esto es cierto para los dispositivos de alta calidad. Por eso hay personas que aseguran que el agua de ósmosis es especialmente saludable. Sin embargo, esto no se sostiene desde un punto de vista médico.
El corazón de un filtro de ósmosis es su membrana. La finura de filtración de los equipos de ósmosis sólo es superable por un proceso de destilación. Pero lo que normalmente sólo saben los químicos o especialistas es que el agua de ósmosis también puede contener otras sustancias que no queremos que estén presentes en nuestra agua.
¿Por qué la filtración con carbón activo es más saludable?
La diferencia decisiva es que los filtros de bloque de carbón de alta calidad filtran selectivamente por naturaleza. Pero ¿cómo se entiende esto? La sustancia natural del carbón activo filtra debido a la diferencia de carga de los iones. Los importantes minerales disueltos en el agua están cargados negativamente y permanecen en el agua porque no pueden ser atraídos por la misma carga. Los contaminantes, en cambio, tienen carga positiva que sí es atraída por el carbón activo de carga negativa.
El resultado final de una filtración con carbón activo prensado de alta calidad es más equilibrado, más saludable e incluso mucho más limpio. El factor decisivo para ambos métodos es que los cartuchos realmente se reemplacen periódicamente en el plazo de tiempo especificado. Si esto no se hace, en los aparatos de ósmosis aumenta considerablemente el riesgo de contaminación bacteriana, mientras que los filtros de bloque de carbón simplemente ya no filtran minuciosamente.
No todo el carbón activo es igual
Hay muy pocas empresas que ofrezcan carbón activo puro al 100 % a base de cáscara de coco carbonizada sin aditivos. Mientras que hay muchos filtros de carbón activo cuya masa se ha enriquecido con adhesivos y otros materiales de relleno, puesto que la ley permite que contengan hasta un tercio de los aditivos. Los postfiltros de los equipos de ósmosis también se ven afectados por la diferente calidad del carbón activo.
La técnica de ósmosis permite que incluso las peores aguas salobres se conviertan de nuevo en un agua clara y limpia. No cabe duda de que se trata de un logro técnico que debe ser reconocido. Pero esta agua no es saludable, si no recibe un tratamiento posterior. Esta es la razón por la que la mayoría de los aparatos de ósmosis ya disponen de postfiltros adicionales de carbón activo, los cuales, por supuesto, tienen grandes diferencias de calidad y no son suficientes para la mineralización.
Tanto los filtros de ósmosis inversa de alta calidad, como también los buenos filtros de bloque de
carbón activo, proporcionan un agua excelente filtrada, cuando han sido tratados adecuadamente. Mientras los filtros de carbón activo necesitan más caudal y deben filtrar los nitratos por medio de un cartucho adicional, el agua de ósmosis debe enriquecerse con minerales y recibir un tratamiento de energización.
Incluso los mejores sistemas de filtros finos ya sean de ósmosis o de carbón activo, corren el riesgo de contaminarse si los cartuchos no se reemplazan con total regularidad. La vida útil de ambos sistemas se resiente considerablemente si no existe, además, un filtro doméstico que prefiltre el agua.
Un detalle importante para tener en cuenta, finalmente, es que un buen sistema de filtración de carbón activo suele ser significativamente más económico que un buen filtro de ósmosis inversa.
Marion Kuprat
Investigadora alemana especializada en el agua y sus propiedades, y fundadora de la empresa de tratamiento ecológico del agua
Agua Viva eco-tecnologías.
www.marionkuprat.com