Meditación de Transmisión, una Meditación para la Nueva Era

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La transmisión es una forma especializada de meditación y servicio grupal que atrae sólo a aquellas personas que tienen un deseo de servir. Este deseo de servir se manifiesta en un individuo sólo cuando esa persona ha realizado un cierto contacto con su alma. Esto sucede porque es el alma la que desea servir.

Los Maestros de Sabiduría tienen a su disposición tremendas energías espirituales. Una parte principal del trabajo de los Maestros es distribuir estas energías en el mundo para producir los efectos, el cumplimiento del Plan de Evolución que ellos saben que está previsto para este planeta. Muchas de estas energías son de origen cósmico y si se las liberara directamente en el mundo serían demasiado elevadas, y simplemente rebotarían en la mayoría de la humanidad. Los grupos de Meditación de Transmisión actúan como “sub-estaciones”. Los Maestros envían estas energías espirituales a través de los chakras (centros de energía) de los miembros de los grupos. Esto, automáticamente, transforma las energías, haciéndolas más asequibles, más útiles para la humanidad y para los reinos de la Naturaleza. Los Maestros entonces dirigen las energías al lugar del mundo donde sean necesarias.

La Meditación de Transmisión no entra en conflicto con ninguna otra forma de meditación personal o grupal que se pueda estar practicando, de hecho potenciaría esa meditación y otras actividades de servicio en las que uno pueda estar implicado.

Para formar un grupo de Meditación de Transmisión es preferible que el grupo esté compuesto por un mínimo de tres personas que son la unidad básica, aunque dos personas ya podrían transmitir. La formación triangular potencia toda energía que es enviada a través del grupo. Cuantos más participantes, más grande es la cantidad de energía que puede ser transmitida a través del grupo por los Maestros.

Para formar un grupo, es necesaria la voluntad de servir, la regularidad y la continuidad. Los miembros del grupo fijarán un día de la semana, una hora determinada para empezar y el espacio de tiempo que deseen estar meditando, (normalmente al principio se suele estar una hora por semana). Esto puede ser una, dos o tres veces a la semana. Esto creará un vínculo con los Maestros, que saben que pueden contar con un grupo de personas físicamente presentes a cierta hora, día y lugar.

La meditación puede durar varias horas, pero cada uno es libre para dejarla cuando desee. Nadie debe ser forzado a asistir regularmente o a permanecer durante un tiempo determinado. Cada persona debe sentirse libre de establecer su propio compromiso. El libre albedrío debe ser respetado.

Se debe tener en cuenta que la respuesta individual a la vibración varía enormemente. Algunos “sentirán” las energías poderosamente mientras otros las experimentarán poco o nada; sin embargo todos pueden transmitir energía a algún nivel. Nadie nunca recibe “mensajes” de Maestros u otros durante la Meditación de Transmisión.

¿Cómo se realiza la Transmisión? Procurar sentarse cómodamente y aquietar la mente. Empezar diciendo en voz alta y al unísono la “Gran Invocación” (*) dada al mundo por Maitreya en 1945 para este propósito. Mediante la entonación de este gran mántram con la atención enfocada en el centro Ajna (entre las cejas), se forma un canal entre el grupo y la Jerarquía de Maestros, por este canal los Maestros envían Sus energías. No es necesario tener práctica o haber realizado alguna meditación anteriormente. El “trabajo” real lo hacen los Maestros. Todo lo que se pide a los miembros del grupo es llevar la atención enfocada en el centro Ajna, y mantenerla allí a lo largo de toda la meditación, esto es importante ya que así se consigue el alineamiento necesario entre el cerebro físico y el Alma o Ser Superior. Para lograr este alineamiento más fácilmente pensaremos el mántram OM, silenciosamente, internamente. Durante la transmisión debemos procurar mantener la atención en el centro Ajna. Si esa atención deambula, suavemente piense OM internamente, mentalmente y vuelva a enfocarse en ese centro. De esa forma enviamos las energías al plano mental. No medite en el OM, sólo utilícelo para recuperar la atención cuando esta decae. Lo único que se requiere es que mantengamos este alineamiento.

En marzo de 1974, bajo la dirección de un Maestro de Sabiduría, Benjamin Creme, pintor y esoterista escocés, formó el primer grupo de Meditación de Transmisión en Londres. En la actualidad existen cientos de estos grupos en todo el mundo y se forman nuevos grupos todo el tiempo.

Durante la Transmisión, la Jerarquía de Maestros dirige las energías desde los planos espirituales a través de los chakras de los miembros del grupo. Benjamin Creme sugiere lo siguiente: “…Sólo los Maestros saben dónde se necesitan más, y en qué equilibrio y potencias precisos para lograr los efectos deseados. Así que no debemos enviarlas a ninguna persona, grupo o país en particular que, uno pensaría, podría beneficiarse con esas energías. La transmisión de energía a este nivel es un proceso científico muy preciso. Sólo la Jerarquía conoce esta ciencia de distribución de energía.”

En la Meditación de Transmisión simplemente uno mismo se ofrece al mundo y como consecuencia de este ofrecimiento altruista el propio desarrollo espiritual se incrementa extraordinariamente. Se crea lo que se suele llamar “Efecto invernadero”; los chakras son estimulados de una manera que de otro modo sería totalmente imposible, lo que uno podría lograr en 20 años de meditación personal podrá alcanzarse en un año de trabajo de transmisión constante. Es por eso que esta meditación ofrece una oportunidad de crecimiento personal excepcional que produce cambios muy profundos en el individuo.

La Meditación de Transmisión es un servicio en el cual nos podemos involucrar para el resto de nuestras vidas sabiendo que estamos ayudando en la evolución de la humanidad en esta nueva era, y más allá de ella.

(*) La Gran Invocación

Desde el punto de Luz en la mente de Dios,
Que afluya luz a las mentes de los hombres;
Que la Luz descienda a la Tierra.
Desde el punto de Amor en el Corazón de Dios,
Que afluya amor a los corazones de los hombres;
Que Cristo retorne a la Tierra.
Desde el centro donde la Voluntad de Dios es conocida,
Que el propósito guíe a las pequeñas voluntades de los hombres,
El propósito que los Maestros conocen y sirven.
Desde el centro que llamamos la raza de los hombres,
Que se realice el Plan de Amor y Luz
Y selle la puerta donde se halla el mal.
Que la Luz, el Amor y el Poder restablezcan el Plan en la Tierra.

El próximo jueves 19 de Mayo se realizará la Conferencia: El Emerger de Maitreya – Nace una Nueva Civilización.
Espacio Elsa – c/ Marina, 132 Bajos – Barcelona
Horario: 19h – Entrada Libre

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