Es normal que en estos días nos sintamos aturdidos y asustados ante todo lo que está sucediendo: vemos que cada día aumenta el número de personas infectadas por un virus del que conocemos muy poco, así como el número de fallecidos; nuestras rutinas han cambiado por completo; hemos tenido que dejar de ver, tocar y abrazar a nuestros seres queridos; y así podríamos seguir con un sinfín de cosas más. El aislamiento va a ser duro, y habrá días mejores y otros no tan buenos.
Pero como en todo en la vida, tenemos que aprender a sacar el lado positivo a cada situación que se nos presenta. Incluso nos podemos llegar a plantear si esta es una oportunidad que nos da el universo para poder hacer muchas de las cosas que antes no podíamos por falta de tiempo.
Es un buen momento para crear unas rutinas nuevas, que puedan hacer que este aislamiento sea más llevadero y, por qué no, más divertido:
- Muchos de los que estáis leyendo esto estaréis con vuestros hijos en casa. Pensad una cosa: ¿cuántas veces habéis deseado poder pasar más tiempo con ellos? Ahora es el momento de disfrutar de ellos y con ellos, de compartir ese tiempo que antes era escaso y de enseñarles todo lo que antes no podíais. Aunque para vuestros hijos también es duro, con vuestra ayuda y dedicación terminarán esta cuarentena más fortalecidos.
- Tanto para los que la practicáis como para los que no, la meditación diaria os va a beneficiar en muchos ámbitos: sentiréis menos ansiedad y va a mejorar la estabilidad emocional. Ese momento de meditación será únicamente para ti y te hará conocerte más profundamente.
- Puedes dedicar tiempo a cocinar platos que antes, por falta de tiempo o desgana, no habías hecho. Es una gran oportunidad para conocer la alimentación ayurvédica y sus beneficios, ya que favorece la eliminación de toxinas e incluso puede ayudar en las emociones.
- Y por supuesto, hay multitud de hobbies que se pueden desarrollar en casa: lectura, manualidades, escuchar música, hacer deporte, etc. Gracias a las nuevas tecnologías somos además capaces de aprender a desempeñar otras nuevas aficiones, como estudiar un idioma o incluso empezar a tocar un instrumento.
Tenemos que aprender a tener nuestra mente y nuestras emociones en equilibrio para que nuestro cuerpo esté sano. En Hiranyagarba estamos seguros de que, entre todos, vamos a conseguirlo.