La profecía de Dios en la actualidad. No la palabra de la Biblia
Jesús de Nazaret había fundado en base al ejercicio de su obra una Religión Interna. Cuando a raíz del desarrollo del cristianismo hacia una vida orientada a lo externo tuvo lugar una congelación de la vida religiosa, un aislamiento de la verdadera corriente cristiana originaria, que ahora, 2.000 años después de la estancia en la Tierra del Cristo de Dios ha alcanzado su punto más bajo, cuando además la irradiación cíclica proveniente del planeta cósmico originario central, el Sol Central primario, dejaba entrever la repatriación de la Caída, por encargo del Eterno, vino de nuevo un gran profeta a nosotros los hombres.
Esta vez es un ser femenino, una mujer, Gabriele, la profeta de enseñanza y mensajera de Dios para este tiempo, en el que se avecina un gran cambio y un despertar espiritual, el cambio de era más grande desde que el mundo existe.
A través del instrumento de Dios, Gabriele, el querubín de la Sabiduría divina, llamado hermano Emanuel para nosotros los hombres, en su manifestación del año 1.998 durante una cena, expresó entre otras cosas lo siguiente:
Ha llegado el tiempo de que la humanidad capte que el Espíritu eterno, DIOS, en este gran cambio de era, ha abierto el Cielo ampliamente, enviando a una profeta, que ha traído a los hombres la palabra eterna del amor, de la verdad y de la paz.
En verdad os digo: Jesús, el Cristo, fue el profeta más grande. Pero después de Jesús, el Cristo, el instrumento a través del cual hablo es el profeta más grande. Jamás el Cielo se había abierto tan ampliamente como en esta era terrenal…
A través de Gabriele, el Espíritu universal, Dios, el Espíritu del Cristo de Dios, nos da a los hombres Su poderosa palabra. Nuestros oídos físicos pueden oír lo que nuestros oídos espirituales ya no pueden captar: el mensaje de Dios a nosotros.
En innumerables manifestaciones, Dios-Padre, Cristo y otros seres espirituales nos enseñan a los hombres aquello que necesitamos para volver a reconocernos como lo que somos desde los orígenes, para que podamos captar tanto nuestra situación personal como también el estado en que se encuentra la humanidad y el planeta Tierra y así -con la fuerza redentora, liberadora y conductora de Cristo, quien ha tomado morada en cada corazón- podamos tomar de nuevo el camino de regreso al reino del interior, de Dios.
Hace 2.000 años Jesús de Nazaret dijo:Aún tendría muchas cosas que deciros, pero todavía no las podéis captar. Pero cuando venga el Espíritu de la verdad, os conducirá a toda la verdad. Esto ha sucedido y sigue sucediendo ahora a través de Gabriele. En la palabra profética, ella transmite en nuestro lenguaje humano el lenguaje de luz universal omniabarcante del Espíritu eterno en todas sus facetas, en una profundidad, claridad, exactitud y riqueza que son únicas en la historia de la humanidad. Como la consciencia espiritual de Gabriele está totalmente desarrollada, es decir que ella vive en la consciencia de Dios, toma directamente de la corriente eterna y nos da a los hombres toda la verdad.
Las 14 grandes manifestaciones de Dios que se han escogido -manifestaciones de Dios-Padre y manifestaciones del Cristo de Dios de los años 1.987 a 1.998-, que han sido recogidas en este libro, y que por primera vez han sido publicadas en forma escrita, fueron irradiadas en transmisiones y a través de la radio a todo el mudo en la serie El Espíritu universal, DIOS, habla directamente a través de Su profeta en nuestro tiempo. Él no habla con las palabras de la Biblia. Estas manifestaciones son un regalo de Dios, del Espíritu universal, a todos los hombres que Lo aceptan en Su palabra y quieren que lo que se da en ella se haga efectivo en sus vidas.
Dios da y da en plenitud. Dios nos ofrece Su verdad, Su luz, Su fuerza, Sus aclaraciones e indicaciones, Su amor. Él no quiere que suframos y vegetemos en aflicciones. Sin embargo, todos -cada uno de nosotros- tenemos la libertad de decidir por nosotros mismos, si aquello que nos irradia desde su corazón que nos ampara, lo queramos acoger o no. También aquí valen Sus palabras: Quien lo pueda captar, que lo capte. Quien lo quiera dejar, que lo deje.
Extracto del libro “El Mensaje dado desde el Infinito”. Tomo 1.