Consejos para el camino

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Crecer, desde un punto de vista personal, es un acto que sale de una simple intención: una decisión que tomas conscientemente en pro de transformar tu vida hacia algo mejor. Quizás has llegado a la realización de que quieres convertirte en mejor persona, o sufres algunas experiencias vitales de las que quieres sanar – tienes problemas con miembros de tu familia, alguna tendencia emocional como depresión o un dolor o enfermedad crónica …

Varios son los motivos que hacen a una persona coger, de alguna forma, las riendas de su vida para llevarla a un nuevo estadio… pero ¿cómo seguir?

A gran escala existen dos caminos principales, el occidental y el oriental. El occidental, principalmente se caracteriza por aquellas ramas de tratamiento psicológico que, en definitiva, desarrollan lo que comúnmente conocemos por terapia. Y el oriental es aquel que engloba las distintas tradiciones espirituales.

Ambos caminos apuntan hacia una misma dirección, y es la sanación y la transformación positiva de nuestras experiencias vitales. Si en algo se diferencian ambos caminos es principalmente, que el camino espiritual contempla el trabajo en la dimensión transpersonal, cosa que la visión occidental tiende a negar, ya que conlleva una serie de experiencias no observables – que pueden ser llamadas místicas, o esotéricas… – que se tachan de no científicas y demostrables.

Si por alguna cuestión nos sentimos atraídos al trabajo personal por medio del trabajo espiritual, aquí dejo algunos puntos que, considero, son buenos tener en cuenta durante el camino para hacerlo más fácil y eficiente:

Todo proceso de crecimiento personal, incluido el espiritual, ha de empezar en el cuerpo para tener buenos resultados. Uno de los principales problemas que tiene el camino espiritual y que, al mismo tiempo lo hace tan atrayente, es el apego al fenómeno espiritual/transpersonal. A todo el mundo le fascina cuando empezamos a ser sensibles a la energía, a tener visiones de cualquier tipo o pasar por estados alterados de consciencia … Si esto no lo tomamos con la actitud adecuada, estas experiencias nos atrapan y tendemos a sobre-espiritualizar todo: no hablamos más que de kundalini, todo es cósmico y universal y negamos aquellas experiencias más “mundanas”. Esto nos hace perder enraizamiento y pasar por desapercibido la primera puerta hacia la autorrealización: nuestro cuerpo. Poco se habla en las corrientes mainstream espirituales del fenómeno ​samskara​ y cómo el cuerpo contiene físicamente una gran parte de traumas y experiencias reprimidas que están solidificadas y que son necesarias liberarse para tener una vida mejor y más allá́. Es por ello recomendable que, al principio, la practica espiritual esté orientada al trabajo del cuerpo (algunos yogas), de enraizamiento (Chi Gong y practicas de expresión corporal) o incluso dedicarnos algún tiempo a la psicoterapia o terapias de cuerpo/somáticas. Obviamente, el apoyo con practicas de meditación para el cultivo de la observación hará que estos procesos sean más rápidos y efectivos.

Desarrollar la practica del “¿Qué mas da? “, “¿a quién le importa?” es fundamental. Somos seres de una gran auto importancia: todo lo que nos sucede es importante, dramático o increíble y desarrollamos distintas formas de ego, narcisismo, autosuficiencia, fanatismo… Varias son las formas en las que el auto ensalzamiento o auto importancia se manifiesta en nuestro día a día, y como es normal, este rasgo es muy fácilmente transferible a la experiencia espiritual. Obviamente, a medida nuestra consciencia se expande, seremos capaces de ver los efectos del apego a estas experiencias – pero es bueno que caminemos sabiendo que podemos caeren esto y tener algunas herramientas con nosotros que nos ayude. Entre algunos simples trucos, Vajrayana nos regala la practica de Tara Blanca contra los venenos de auto importancia, por ejemplo. Normalizar la experiencia espiritual y hacerla mundana es el mejor regalo que podemos hacernos a nosotros mismos.

Asumir el crecimiento y la transformación personal como algo global. Es decir, no podemos solamente cambiar una pequeña parte de nuestra vida, sin alterar el resto. Si lo que queremos es, entonces, trabajar solamente algunas pequeñas cosas de nuestra vida, para eso es mas recomendable asistir a terapia orientada específicamente a esos puntos.

Mantenerse abierto y aprender distintas técnicas de distintos maestros. Los milenios nos han dado una cantidad inmensa de tradiciones y herramientas para la autorrealización, es por ello por lo que es bueno que, estando centrado en uno mismo, comprobemos con nuestra propia experiencia, como unas herramientas o tradiciones nos sirven mejor que otras. Parte del proceso es, en algún momento, hacer tu práctica algo personal y eso significa adaptar la practica a uno mismo. Está bien combinar técnicas de yoga, con budismo y chamanismo. O simplemente, trabajos energéticos y otros de auto terapia. Lo único recomendable es asegurarse que nuestra área de trabajo cubre los 3 pilares más importantes: La energía, la conciencia y el cuerpo. Para la primera, también conocida como ​chi​ o ​prana​, ejercicios de pranayama, chi kung o incluso acupuntura, nos ayudará a mover y cultivar energía. Para la conciencia, meditación y para el cuerpo, cualquier tipo de trabajo en búsqueda del vacío nos ayudará – terapia corporal o yogas bien orientados al cuerpo.

Una ultima nota, con respecto al peligro de los yogas, es cuando están orientados al fitness o incluso simplemente a la relajación. Yoga, en su esencia, es terapia – la practica de ésta, sin conciencia y sin enraizamiento, es más contraproducente para el crecimiento que beneficiosa. Al hacer nuestro cuerpo flexible sin expresar su contenido emocional reprimido le hacemos más resistente a la expresión y la sanación, es decir, añadimos una capa de endurecimiento por encima de la que ya tenemos. Es por eso importante saber cómo orientar bien los yogas si lo que queremos es crecer, ya que es muy fácil ser mal influido o instruido por las corrientes occidentales de los yogas que hoy podemos encontrar.

Jorge Vigara es un estudiante con casi 10 años de practica y estudio de psicología, terapia cuerpo, mente y transpersonal, tantra, vajrayana, chamanismo, chikung entre otras.

Próximo  Taller de Yoga Tantra, 14 de diciembre en Madrid.

 

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