Tu cuerpo habla
¿Cuántas veces has hecho una entrevista de trabajo y no has conseguido el empleo, a pesar de estar bien cualificado? ¿Has querido impresionar a alguien y no lo has logrado de entrada? La respuesta a estas interrogantes puede estar escondida en tu lenguaje corporal. Reducir la comunicación humana a un intercambio primitivo de simples palabras es dejar de lado todos los siglos de evolución que nuestra especie lleva a cuestas. Aún cuando no seamos conscientes de ello, todo nuestro ser está trabajando para transmitir mensaje. El problema es cuando el lenguaje que hablan los labios, el cuerpo y la energía no se ponen de acuerdo. Es muy sencillo arruinar alguna interacción social únicamente porque nuestro ser íntegro es incapaz de transmitir un mensaje coherente. No te preocupes, porque puedes trabajar y mejorar esto.
El idioma del cuerpo
Aunque tus palabras reflejen algo, es posible que tu lenguaje corporal esté comunicando tus más íntimos temores e inseguridades. Es por eso que hay personas cercanas que son capaces de saber cómo te sientes apenas te miran, sin necesidad que digas nada. Por ejemplo, en una entrevista de trabajo puede que la voz del aspirante permanezca firme y que hable sin titubear, pero si su postura es encorvada, sus brazos están recogidos y la cabeza gacha, no transmitirá toda su fuerza y liderazgo. Si el instructor de una clase de aeróbic conoce muy bien sus técnicas y rutinas pero con su voz y presencia no es capaz de transmitir su energía y ánimo a los alumnos, es probable que no tenga mucho éxito.
Hay muchos factores que intervienen, en una exquisita yuxtaposición, en el idioma que habla el cuerpo. En líneas generales podríamos afirmar que se trata de la postura que tiene tu cuerpo, la forma en que te manejas en el espacio, cómo lo ocupas y cómo mueves tus extremidades. Lo más importante es hacer consciencia del acto de estar presentes, de lo que estamos pensando o sintiendo y la forma en que eso se expresa en tu cuerpo. Esto será importante cuando intentes utilizarlo a tu favor. Porque si bien es cierto que la forma en cómo se siente una persona a nivel anímico y espiritual se refleja inmediatamente en su cuerpo ¿sabías que es posible transformar la forma en que te sientes utilizando la postura?
Escucha tu cuerpo
Aunque no lo creas es posible “engañar” a tu mente practicando lo que la programación neurolingüística propone. Algo tan simple como cambiar conscientemente tu postura antes de un momento específico en el que necesites transmitir tu liderazgo (antes de una cita, entrevista, conferencia, etc.), puede traer mejoras significativas en la forma en que te perciben los demás. No hay nada de mágico en esto, lo que ocurre es que los seres humanos somos animales de costumbres; ante determinados estímulos existen determinadas respuestas, esto lo estudia muy bien una corriente psicológica denominada conductismo. Si cuando experimentamos ciertas emociones nuestro cuerpo actúa de una determinada manera, es normal que con el tiempo el cuerpo relacione esas posturas con las emociones.
Como mencionamos con anterioridad, es imprescindible que aprendas el lenguaje de tu cuerpo primero, que es único y personal. Analiza cómo se comportan tus brazos, cómo cambia tu postura y tu forma de caminar cuando te sientes triste, cuando eres feliz, cuando experimentas el triunfo. Si notas que tu postura es rígida y permanece más o menos igual en tus emociones, entonces es posible que estés imponiendo una mordaza en tu lenguaje corporal, lo que no es para nada positivo. No hay nada de qué preocuparse, porque es posible aprender a comunicarte de forma asertiva, aprendiendo técnicas y ejercicios en talleres como los que ofrece Crecer Interiormente.
Las posturas de poder
La postura que asumen los corredores que llegan a una meta, las personas que reciben una medalla en un podio, cualquier persona que siente el triunfo, esta es la primera posición de poder: los brazos estirados hacia arriba en V, piernas separadas, la mirada hacia arriba. Otra posición de poder es pararte con las piernas extendidas y los brazos en jarras sobre las caderas. Estas poses pueden hacerse y mantenerse durante unos minutos en el baño antes de una reunión importante o antes de salir de casa, para estimular la testosterona.
A la hora de dormir, trata de expandirte en la cama: estira las piernas, abre los brazos, aprópiate del espacio y despierta sintiendo esa expansión. En una reunión, mientras escuchas sentado puedes cruzar los brazos, pero manteniendo los hombros bajos y los brazos apoyados en la mesa o sobre tu pecho, pero sin apretar. El objetivo es siempre lucir relajado y en control.
Evita doblar tanto los brazos, de apretarlos contra ti o poner las manos en los bolsillos, esto te hace ver débil, nervioso y errático y tu cerebro interpretará que esa es la forma en que debes sentirte. Expande tus manos y tus piernas, sin ser rudo claro está, puedes lucir cómodo y relajado sin parecer grosero.
Aprender un nuevo idioma: solución a largo plazo
Ser consciente de la forma en que te mueves y poner en práctica las poses de poder es una forma maravillosa de empezar en este camino de la coherencia y comunicación asertiva y efectiva; pero son apenas remiendos temporales que no atacarán la raíz de los comportamientos. Puedes hacer poses de poder antes de una entrevista, pero esto no solucionará las inseguridades que te hacen dudar a la hora de exponer tu talento. Es importante invertir tiempo en tu crecimiento personal, que se verá reflejado en tu vida profesional y personal.
Para los profesionales de Crecer Interiormente el objetivo no es hacer que luzcas como alguien seguro y exitoso, sino que te sientas y seas una persona segura de sí misma, capaz de alcanzar el éxito por tus propios medios y talentos. Es por esa razón que vale la pena hacer parte de sus talleres, que pueden ser personalizados o grupales. Estos encuentros se centran en transmitir el verdadero arte de la comunicación, a la vez que exploran tus necesidades, potencian tu autoestima y te brindan las herramientas para que todo tu ser hable el mismo idioma, en perfecta serenidad y armonía.
Begoña Ramos
Experta en Crecimiento y Superación Personal.
Coaching. Trainer en PNL. Liderazgo
www.coachingypnlenmadrid.com
Tlfs: 91 032 77 15 y 635 02 70 42