Las Cuatro Sendas del Chamán: Viajes chamánicos y Sanación

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En este artículo de La Búha Marga, terapeuta chamánica, nos adentramos en el fascinante mundo del Viaje chamánico, una herramienta de sanación ancestral, que sin embargo tiene total vigencia y aplicación en el mundo actual. La vía chamánica, como senda de autodescubrimiento, crecimiento y sanación se nos presenta como una alternativa espiritual de gran valor, con la que desarrollar nuestro coraje, poder, gratitud, corazón, sinceridad, libertad, claridad y fe.

“El que sabe”

El Chamanismo es una práctica espiritual, no una religión. Abarca un conjunto de conocimientos, técnicas, y actitudes que conforman una filosofía universal, profundamente arraigada en todas las sociedades originarias o tradicionales del planeta, que se remontan a hace más de 40.000 años.

Chamán, médico en turco-tungus ―literalmente: «el que sabe»- es aquel que viaja al mundo de lo sutil en un estado ampliado de conciencia y desde ese mundo es capaz de restaurar la conexión de la persona con su poder espiritual. En su entrenamiento, el chamán descubre sus propios recursos espirituales, transforma su vida y aprende a ayudar/acompañar a otros.

En función de su cultura y época, los chamanes reciben distintos nombres: Nahual, Mago, Druida, Tahua, Kahuna, Nat-kadaw, Yatiri, Paqo, Misayoc…

Si bien hay un chamanismo transcultural en auge, tradicionalmente, cada chamán emplea prácticas y herramientas propias de su entorno. No obstante, vengan de donde vengan, todas ellas interactúan y conectan con el Mundo espiritual para lograr la Sanación, en colaboración con los Espíritus de Compasión y Ayuda que llegan a nosotros en forma de Espíritus Guías, Protectores o Maestros y Animales de Poder.

El Poder de las Cuatro Sendas del Chamán

En su libro “Las Cuatro Sendas del Chamán” la antropóloga californiana Ángeles Arrien nos invita a recuperar el equilibrio interno y la armonía con el entorno a través del desarrollo de cuatro figuras arquetípicas que integran la senda del Chamán: El Guerrero, El Sanador, El Vidente y el Maestro.

Cuando el curandero de la tribu es capaz de sanar a los enfermos es porque ha integrado en su ser la sabiduría ancestral de estas cuatro figuras mitológicas. Y del mismo modo, en nuestro devenir diario, si trabajamos estas cuatro sendas, podemos sanarnos y recuperar nuestra armonía perfecta, gracias a la medicina de los cuatro arquetipos chamánicos:

*Coraje y Poder encarnados por El Guerrero, que invoca la fuerza interior para estar presente ante cualquier dificultad y poder actuar como guía.

*Gratitud y Conexión con el Corazón desarrollados por El Sanador, que muestra aceptación de las habilidades propias o ajenas. Y siempre tiene palabras amables, de aliento y de reconocimiento para el talento, carácter o apariencia externa de los otros.

*Sinceridad y Libertad propias de El Vidente, cuya vía nos invita a ser quienes somos continuamente, recordándonos de mil modos el sueño que deseamos realizar en esta vida.

*Y Claridad y Fe, de la mano de El Maestro, que nos enseña a confiar y comprender la necesidad del desapego y está abierto a cualquier resultado de sus acciones sin inquietarse ante un posible éxito o fracaso.

Desde la perspectiva chamánica, cuando perdemos o nos desconectamos de nuestro poder espiritual, enfermamos, nuestra vida está vacía, algo nos falta… El chamán, a través del Viaje a la “Realidad no ordinaria”, ayuda a restablecer nuevamente la conexión de la persona con su poder espiritual, lo que trae consigo su curación.

Este proceso sanador puede ser llevado a cabo con éxito en un contexto no indígena y totalmente contemporáneo. Porque el Chamanismo nos ofrece conocimientos y prácticas muy útiles para nuestro desarrollo personal y crecimiento espiritual, completamente aplicables en la sociedad actual, así como en la práctica terapéutica profesional de acompañamiento a los demás. De hecho, hoy en día, muchos psicoterapeutas, como Charles Tart, Stanislav Grof o Liz Greene, han incorporado a sus terapias técnicas chamánicas para inducir estados alterados de conciencia que despiertan en el paciente su propio poder de autoayuda.

El Viaje a la “Realidad no ordinaria”

El Viaje Chamánico es una poderosa herramienta de Autodescubrimiento, Crecimiento y Sanación, que permite alcanzar el estado ampliado de conciencia donde conectamos con nuestra dimensión espiritual y con la verdad de nuestro Corazón. Abriéndonos a lo que alberga nuestro Corazón escuchamos lo que nuestra voz interna quiere decirnos, ya sea para nuestro desarrollo personal, buscar una solución a un conflicto, o en la toma de decisiones  importantes.

Mapu Lagampu, chamán de la tradición mapuche, lo expone a la perfección en su Blog “Tierra de Chamanes” : “El viaje Chamánico es una técnica para conocer dimensiones del espacio interior que trascienden los cinco sentidos físicos. Permite que la consciencia funcione en niveles de percepción distintos de los de la existencia física ordinaria. Así pues, el viaje chamánico debería ser considerado, más como un cambio de frecuencias que como una travesía por las distancias del espacio, gracias al cual la consciencia es capaz de experimentar realidades no ordinarias. Se trata de una experiencia visionaria mediante la que se puede obtener capacidad de poder personal, adquirir una nueva perspectiva y un nuevo conocimiento de las cosas y recibir ayuda en los problemas de índole práctica propios de la vida cotidiana. Por consiguiente, la experiencia chamánica surte un efecto benéfico en todos los aspectos de la vida”.

El sonido del tambor, en forma de toques repetitivos y monótonos que recuerdan el latido del corazón, el latido del propio Universo, es la llave para acceder al estado alterado de conciencia, donde percibimos y experimentamos las dimensiones espirituales de la existencia y donde podemos comunicarnos con otras formas de vida.

En palabras de  Lagampu, “el mismo tambor es mucho más que una caja de sonido o un simple instrumento. Simboliza todos los “mundos” ya que su armazón está hecho con el tronco de un árbol que rememora el árbol cósmico. El tambor es circular para indicar la totalidad de la existencia dentro de la que todos los “mundos” pueden ser experimentados, siendo cada uno de ellos sólo un aspecto del todo. Su sonido es el de la totalidad que es capaz de crear de la nada que es la potencialidad de la existencia”.

Y así sucede, que en cada en cada Viaje, que es distinto y único, se dan cita, en forma de ensoñaciones, imágenes, sensaciones, o flashes fugaces, siempre con total control de la situación para el que viaja, las claves de los procesos por los que atraviesa la persona que acude al chamán buscando sanación, respuestas.. Y se produce un intercambio cósmico de visiones, las del viajero y las del chamán, que realiza para él su propia travesía, para traerle a su vez  información de vuelta.

La Búha Marga, Terapeuta Chamánica
Próximos retiros en La Hospedería del Silencio

www.hospederiadelsilencio.com
www.ecocentro.es

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