Inducción Miofascial y terapia craneosacral

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En los últimos siglos, en occidente, el enfoque de los tratamientos manuales ha sido dirigido principalmente al diagnóstico y tratamiento de lesiones del aparato locomotor de forma analítica y centrada en la resolución de los síntomas, sin atender al origen del problema y su repercusión en el resto de la persona. Lo mismo ocurre, en muchas ocasiones, con la farmacología moderna.

En los tratamientos más habituales de columna, cuando la farmacología no da resultado, la cirugía se ofrece casi como único recurso, sin barajar otras alternativas menos agresivas y más naturales, aún a sabiendas de que las intervenciones quirúrgicas son más cruentas y de eficacia relativa.

Un artículo del Dr. F.J. Robaina-Padrón sobre la cirugía en el tratamiento del dolor lumbar por enfermedad degenerativa, defiende el abandono de las técnicas quirúrgicas en gran cantidad de indicaciones actuales y la búsqueda de alternativas en el campo del tratamiento conservador y rehabilitador, no invasivo. (1)

En los últimos años, gracias a la búsqueda del completo bienestar y la apertura de las ciencias de la salud, el enfoque está pasando a ser más global, más holístico e integrador de todos los aspectos del ser humano.

En esa línea de tratamiento se encuentra la Inducción Miofascial, un tratamiento manual que consiste en realizar precisos ajustes mediante ligeras presiones, puestas en tensión y vibraciones sobre el tejido miofascial.

La fascia es un tejido de tipo conjuntivo que recorre de forma continua e ininterrumpida todo el organismo creando una especie de “red tridimensional” que pone en relación el sistema locomotor (huesos, músculos, tendones, ligamentos…) con el sistema nervioso, vascular, linfático… De esta forma, envuelve, separa, da soporte, coordina y, en general, ayuda a mantener la comunicación y equilibrio entre todos los tejidos del cuerpo. Cuando aplicamos la Inducción Miofascial los ajustes realizados sobre el tejido para una lesión determinada influyen en todo el organismo. Así conseguimos, no solo mejorar y solucionar el problema local tratando el origen de la lesión, sino además las posibles compensaciones que hayan surgido a otros niveles. Es, por tanto, un tratamiento de elección para tratar tanto problemas crónicos como agudos de manera efectiva, por su gran capacidad para ayudar al organismo a reequilibrarse.

La Terapia Craneosacral es otro tratamiento que se complementa y coordina perfectamente con la Inducción Miofascial. Su enfoque también es holístico e integrador. Se basa en la “mecánica hidráulica” del líquido cefalorraquídeo (este líquido se genera y reabsorbe a nivel del sistema nervioso central y origina un movimiento que se expande desde el cerebro, continua por el canal medular y repercute en todo el cuerpo). Mediante la valoración de diferentes parámetros de ese ritmo (como la intensidad, velocidad, uniformidad… ) y la posterior actuación sobre ellos, ayudamos a corregir numerosos problemas de todo el organismo.

Combinando estas terapias las probabilidades de éxito en el apoyo de la recuperación de las personas es muy elevada, logrando en numerosos casos el restablecimiento total de la salud.

Por estas y otras virtudes es un tratamiento eficaz y de elección ante problemas que de otra forma no son tratados con los resultados esperados.

En nuestro centro, estas terapias, además de ser un tratamiento por sí solas, sirven de apoyo al tratamiento de Descompresión Axial Vertebral que, mediante un mecanismo médico informatizado, trata con excelentes resultados los problemas de columna como hernias, protrusiones y otras patologías derivadas de problemas discales. Este tratamiento crea un efecto vacío en el disco intervertebral, ayudando así en su recuperación, rehidratación y amortiguación de las cargas. De esta forma, muchas personas evitan someterse a cirugías de columna.

  1. Cita textual del dr. F.J. Robaina-Padrón de la Unidad del Dolor Crónico y Neurocirugía Funcional del Hospital Universitario de Gran Canaria «Dr. Negrín» en su artículo “Controversias de la cirugía instrumentada y el tratamiento del dolor Resultados de la evidencia científica” cita textualmente lo siguiente: “…Todo ello nos permite recomendar el «abandono de la senda instrumentista» en gran cantidad de indicaciones actuales, y buscar otros caminos en el campo del tratamiento conservador y rehabilitador correctamente aplicados, utilizando antes de la cirugía descompresiva y de fusión vertebral todos los recursos intervencionistas y mínimamente invasivos que actualmente ofrece el tratamiento moderno del dolor lumbar crónico…”

Más información en:
www.centrodax.com

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