El Patrón Áureo en la sanación

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El Universo está lleno de mandatos que no han sido descifrados porque no se ha llegado a alcanzar el nivel de conciencia adecuado que permita abrir el portal de conexión que puede llevar al hombre a reconocer su dimensión superior y a ser Uno con Todo, especialmente con la Madre Tierra donde habita.

Y en este sentido hay aún mucho por descubrir y mucho que no se ha dicho para no herir la susceptibilidad del humano, que no se ha parado a pensar siquiera si lo que le han contado sobre su origen es cierto o no, porque si no fuera así y hubiera algún error de concepto en cuanto a la forma en que fue materializado en la realidad actual, dejaría de pensar en que es un Ser único y que no existe nadie más que él allá afuera, en el Universo estelar de donde vino.

El patrón áureo es el recuerdo del origen, de todo aquello que sucedió incluso mucho antes de que el hombre fuera concebido en el planeta y es ahí donde hay que buscar el remedio de sanación más eficiente que pueda arreglar cualquier desperfecto o reparar cualquier dolencia por muy extraña que resulte o por muy difícil que pueda parecer su cura.

El día en que la mujer se dé cuenta del poder que tiene dentro de sí, como mujer que es, y ponga su sanación a disposición de quien lo necesite, dejará de haber malestar y enfermedad, tanto del alma como del cuerpo y se pondrá remedio al sinfín de situaciones erróneas que han poblado las mentes humanas para que no haya paz, ni concordia, ni solución pacífica al conflicto armado, que se sigue reproduciendo en el tiempo lineal, corroborando el dolor y no dejando que se diluya en el éter como sería de desear.

El patrón áureo, por tanto, es una potente herramienta de sanación cuántica multidimensional, que es capaz de reproducir la felicidad que experimentó la mujer cuando estaba en el paraíso y sólo existía ella porque el hombre aún no había sido creado por Dios. Y aquí es donde surge el conflicto primigenio de la separación entre sexos, dando a entender que fue el hombre primero cuando lo fue la mujer. Y os voy a explicar por qué.

En el momento de la creación no había diferencia entre hombre y mujer, de tal manera que eran solo Uno dentro de su corazón. El corazón era el habitáculo donde residía el hombre estelar, que no era hombre ni mujer sino humano sin más, haciendo uso de su poder intrínseco para sanar cualquier cosa, de manera que nunca enfermaba y si lo hacía era porque su alma le pedía un cambio de actitud en su comportamiento, porque se podía estar equivocando y alejándose de Dios.

Ese patrón funcionaba a la perfección hasta que dejó de hacerlo y fue precisamente la mujer quien lo rompió por haberse separado de sí misma y haberse trasladado de sitio adónde el hombre había fijado su residencia, que era muy lejos del corazón, en la zona de la mente. Y por eso se dice que Dios creó a la mujer separando una costilla del torso del varón, para dar a entender al humano que su realidad es dual y que se salió del corazón donde estaba unido a la Madre y sólo había luz, para entrar en el recinto oscuro de la mente propiedad del hombre, con lo cual el patrón de unidad que era el que se manifestaba en ambos como luz, se malogró de inmediato y el hombre fue hombre y la mujer algo parecido, porque se llegó a desconectar completamente de su patrón original sanador y se olvidó de que existía como la MUJER UNA, que no era ella ni él sino simplemente ELLA, con todos sus atributos de mujer sanadora por excelencia que no conoce el mal sino el recuerdo erróneo de lo que ocurrió con su esencia.

Y por eso te pido a ti mujer, que recapacites sobre tu papel en la sociedad y te atrevas a dar el paso en firme de decir: “Aquí estoy yo, dispuesta a comerme el mundo porque así es como fui creada, para llevar las riendas de la evolución y que nadie sufra más el desamparo de sentirse abandonado por la Madre”.

El patrón áureo se basa en el Amor y es sólo Amor lo que irradia, porque en el origen no podía haber otra cosa más que Luz y deseo de servir al otro como si fuera uno mismo y porque no había separación entre las partes que confundiera el criterio de sanación cuando se tenía que aplicar, y porque la Madre Tierra se encargaba de repararlo todo y administrar el remedio correcto en cada caso por su sabiduría. Y aún hay más, el epicentro de la catástrofe que acabó con la Atlántida todavía se reconstruye a día de hoy, y eso significa que aún hay mucho guardado, como ya he dicho al principio, que se mantiene como memoria de la especie, tanto a nivel colectivo como individual, que sería deseable sanar para no volver a repetir la experiencia de desamor que llevó al fin de nuestros días y a la ruptura del patrón al caer en la oscuridad de la materia y dejar de ser los Seres luminosos que tanto se amaban entre sí.

El día en que el hombre descubrió que podía crear con este patrón, se dedicó a hacer obras de arte que han trascendido el tiempo y se han encargado de transmitir su luz a lo largo de décadas, como el Hombre de Vitrubio de Leonardo da Vinci que refleja fielmente esta Divina Proporción o la Gioconda sin ir más lejos, hecho significativo si se tiene en cuenta que quien crea es la mujer, porque su órgano reproductor está diseñado para hacer ese trabajo. El hombre sólo puede crear desde su parte de mujer o alma femenina, como quieras llamarlo, por eso es tan importante que se haga consciente de esa porción de sí mismo que es donde está la salud y la vida y la creación áurea, si algún día quisiera llegar a ser como Leonardo.

El patrón áureo se puede trabajar en el día a día si te lo propones y te das el regalo de conocerte a ti mismo y sacar tu femineidad, que es la parte más enferma de tu alma en ambos sexos, porque el alma de mujer es la que se resiente en cualquiera de los dos. O lo que es lo mismo, sal de la mente, vuelve a tu corazón y escúchate.

La Mujer Áurea
Asunción Chavarri
www.misionaurea.wordpress.com
asunchavarri@gmail.com

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