La Astronomía nos ayuda a entender e interpretar los fenómenos naturales que acontecen en nuestro mundo. Fenómenos sencillos como los movimientos aparentes del Sol, el ciclo de las estaciones, la cara cambiante de la Luna, las mareas; todos, aspectos que influyen directamente en nuestra vida cotidiana.
Todo a nuestro alrededor está sometido a un incesante cambio, movimiento y transformación. Y la mayoría están provocados por ciclos celestes.
La Astronomía además de modificar nuestra percepción del mundo, potencia actitudes propias del talante científico: curiosidad, sentido crítico, precisión, rigor, objetividad, flexibilidad…
La Astronomía es una búsqueda inagotable en un universo de increíble profundidad, misterio y sorprendente belleza. Muestra la naturaleza como un perfecto mecanismo compuesto de materia y energía que actúa de acuerdo con leyes sencillas para formar estrellas, planetas, lagos, árboles y seres humanos. La ciencia trata de comprender la naturaleza y la astronomía lo hace a una mayor escala. El universo está fabricado con el mismo material atómico y está sujeto a las mismas leyes, así que, aunque observemos un bello paisaje con nuestros ojos o exploremos el cielo nocturno con un gran telescopio, remontándonos miles de millones de años atrás, hacia las galaxias remotas, siempre veremos miembros de una sola familia, todos del mismo origen, todos hechos con la misma materia que el universo.
La Astronomía es la más antigua de las ciencias que durante miles de años ha ejercido una gran influencia en la percepción que los humanos hemos tenido de nosotros mismos, provocando el avance del conocimiento y el pensamiento de la humanidad.
En la antigüedad, la Astronomía y la Astrología, nacieron juntas. Los astrónomos de Babilonia buscaron en el cielo signos premonitorios, señales de una providencia divina, y pensaron en encontrarlos tanto en el curso extraño de los planetas, esos astros que circulan de manera más o menos regular en el círculo del Zodiaco; así como en la trayectoria del Sol o de la Luna, que atrajeron toda la atención de los sacerdotes caldeos, que tras largas observaciones acompañadas de rituales mágicos-religiosos, creyeron vincular sus posiciones recíprocas en las diferentes divisiones del Zodiaco con acontecimientos de importancia que afectaban, a la colectividad y al soberano. De ahí proviene lo que hoy llamamos astrología.
La Astrología investiga la influencia de la energía simbólica de los astros del sistema solar y estrellas de las antiguas constelaciones zodiacales con respecto a la observación desde el plano de la Tierra, que es donde vivimos. Lo estudia en un momento concreto de tiempo y espacio y sus influencias y semejanzas sobre el ser humano y acontecimientos en la Tierra.
La Astrología utiliza el “dibujo simbólico del cielo” en el momento y lugar concreto del nacimiento. Aporta una perspectiva a nuestra vida y destino bajo el libre albedrío, ayudándonos a comprender lo que somos, dónde estamos en el presente, nuestros ciclos vitales del pasado y las posibilidades del futuro. Nos trae dirección y propósito vital. Es la brújula que nos guía en nuestro mundo interior y exterior.
La diferencia entre Astrología y Astronomía se basa en que tienen distintos objetos de estudio. Si bien, ambas se centran en el estudio de los astros, cada una lo hace con un diferente enfoque; la Astronomía en el nivel “físico”, basado en el método científico, y la Astrología en el nivel simbólico y psicológico.
Miguel C. Díaz Sosa
Rosa Grigelmo Esteban
www.astronomiayastrologia.com