Todos queremos ser felices. Estoy segura de que deseas sentir armonía, conexión, pasión, alegría… y que no quieres sufrir. La forma de conseguirlo es enamorándote de ti mismo y de tu vida. Deja de pensar cómo debería ser tu vida, y dedica tu energía a amarla. Acepta totalmente tu realidad. Eso no significa que dejes de esforzarte por crear la vida que deseas, significa que lo hagas desde una posición de Amor, de apreciación, y de gratitud hacia tu vida tal como es ahora.
Observa tu vida con desapego. Practica la reflexión y la introspección. Hazte preguntas y explora. Ve en búsqueda del significado de tu vida y de su propósito. Descubre qué es lo importante para ti, que te proporciona alegría y satisfacción, y ve a por ello. Analiza tu vida e identifica los pensamientos, sentimientos y acciones que te aportan algo positivo, y cuáles roban tu paz interior y te hacen sufrir. Libérate de las ideas preconcebidas sobre cómo deberías vivir y ábrete al cambio. Concéntrate en ser y vivir.
Aprende a amarte incondicionalmente, a amarte tal como eres. Esto no significa que consideres que eres perfecto, sino que dejes de criticarte por no serlo y que te aceptes, incluyendo la luz y la oscuridad que viven en ti. Cambia lo forma en la que te tratas y sé más amoroso, comprensivo, compasivo, amable, y aprende a perdonarte. Destina toda tu energía a convertirte en la mejor versión de ti mismo.
Invita a la energía del Amor a tu vida, llévala contigo en todo momento, cuando estés haciendo, pensando, o sintiendo cualquier cosa. Da lo mejor de ti mismo incluso cuando estés en una situación difícil, o las cosas no están saliendo como tú quisieras. Siempre hay algo que amar, algo que agradecer, algo que está funcionando.
La única forma de cambiar y mejorar tu vida es amándote y aceptando quien eres. Mortificarte por lo que no estás consiguiendo, no estás haciendo bien, o no aceptar tu realidad porque no es como tu deseas, no te ofrecerá los resultados que buscas; el Amor incondicional hacia ti mismo lo hará. El Amor siempre atraerá más Amor a tu vida.
Libérate de todo lo que no te esté permitiendo ser feliz. Deja ir lo que te bloquea, te detiene, te paraliza, y no te permite perseguir tus sueños. Suelta lo que ya no te sirve. Deja ir las emociones a las que te has estado aferrando, suelta la culpa, la ira, o el remordimiento.
Perdónate a ti mismo y a los demás para estar en paz y ser libre. Deja ir el pasado y lo que ya sucedió. No puedes cambiarlo, pero puedes aceptarlo amorosamente. Libérate de los pensamientos y reglas te aprisionan, y crea nuevas reglas y sistemas de creencias que funcionen para ti en este momento, y que te ayuden a disfrutar de una vida feliz. Permítete soltar, transformar o cambiar, y aprende nuevas formas de ser tú.
Judith Costa
www.judithmcosta.com