Trabajo sobre uno mismo para la ascensión del Kundalini

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Los chakras no hay que entenderlos solamente como dimensiones o estancias fisiológicas o energéticas, sino también psíquicas. El despertar de la semilla de iluminación, que es Kundalini, no viene sólo por medios mecánicos o técnicos, ni por prácticas fisico-energéticas, sino también por cambios en la actitud, activación de potenciales psíquicos aletargados y el desencadenamiento de una manera diferente de ver, superando los puntos de vista escleróticos y las reacciones estereotipadas.

Por eso el despertar de la energía Kundalini requiere todo un trabajo interior, para ir ascendiendo a diferentes planos de consciencia, que se nos abren cuando esa semilla de iluminación despierta y va desplegándose, estimulando las mejores energías físicas, sutiles, mentales, emocionales y espirituales.

Podría decirse, en términos sólo generales, que las técnicas del hatha-yoga avivan los centros muladhara  y swadisthana, es decir, los potenciales más biológicos; el pranayama activa el manipiura o centro que se corresponde con el plexo solar, y las técnicas psicomentales y el trabajo de modificación de actitudes y cultivo de la lucidez y la compasión, estimulan los chakras más altos. El trabajo para el despertar de la Kundalini implica, pues, un trabajo psicosomático-energético-espiritual y para ello el yoga nos brinda su gran número de técnicas transformativas y liberatorias, entre las que se incluyen:

  • El trabajo consciente sobre el cuerpo, mediante los procedimientos que son asanas, bandhas, mudras y shatkarmas, todos ellos ejecutados con la implicación exhaustiva de la consciencia, pues así se trabaja en el nivel físico, energético y psicomental. Mediante el conocimiento directo del cuerpo, se va consiguiendo el desarrollo de la intuición.
  • La observancia de preceptos éticos genuinos.
  • La asidua realización del pranayama. Se aprende a manipular con increíble precisión las energías sutiles y finas.
  • La recitación de mantras o de los bija-mantras asociados a los diferentes chakras.
  • Las técnicas de interiorización, como el pratiahara o retracción de los sentidos.
  • Las técnicas de concentración, meditación y visualizacóón.
  • El cultivo de la lucidez y la compasión.

El kundalini-yogui pone los medios para «sutilizarse», o sea desplazarse de los elementos burdos a los más sutiles, de las energías toscas a las más finas. Este proceso de «sutilización» y apertura a lo Absoluto, se va consiguiendo al ir pasando de unos a otros elementos (tierra, agua, fuego, aire, éter) en la ascensión de los chakras. También el kundalini-yogui aprende a activar sus puntos vitales, porque así obtiene energías extras que estaban aletargas y le serán de mucha utilidad en el viaje de la ascensión hacia lo Incondicionado.

Junto con el tantra-yoga, el kundalini-yoga o yoga kundalini ha sido el más adulterado, falseado y prostituido. Han surgido escuelas, que es como si quisieran tener la prerrogativa de la verdad sobre este yoga, cuando en realidad están muy apartadas del mismo. El yoga kundalini está cargado de símbolos y de un “lenguaje intencional» que hay que saber muy bien descifrar y entender. Esta modalidad  yóguica ha fomentado la descontrolada e incluso enfermiza imaginación de muchas personas, perjudicándolas gravemente en tales casos.

Todas las modalidades o ramas del yoga nos facilitan las enseñanzas y métodos para despertar nuestro potencial espiritual, o como quiera que le llamemos, pues cada tradición se ha servido de un nombre distinto. Kundalini es esa semilla de iluminación que germina y se desarrolla si uno seriamente se aplica a ella y que reporta un entendimiento más claro, sabiduría y compasión.

Ramiro Calle
www.ramirocalle.com

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