Receta: Asado de berenjenas con quinoa

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Berenjena: La berenjena es originaria de las zonas tropicales y subtropicales de Asia. En la Edad Media llegó a la Península Ibérica con los árabes, posiblemente desde Egipto. La puedes encontrar en el mercado español desde junio-julio hasta octubre, depen­diendo del clima y la variedad, siempre que el cultivo sea al aire libre.

Es una verdura con gran cantidad de agua y fibra concentrada en la piel. Es baja en hidratos de carbono, proteínas y grasas. Poca presencia de minerales y vitaminas destacando su contenido en potasio, calcio, hierro y vitaminas B y C es rica en sustancias antioxidantes.

Pimiento: Es originario de América del Sur. Existen multitud de variedades que se clasifican según la forma y el color de los frutos o según el uso. En América se les conoce como ajíes o chiles. Ricos en vitamina C. Son una fuente de carotenos (vitamina A), betacarotenos, folatos, vitamina E, potasio y fibra. El contenido en vitamina A y C lo convierten en una gran fuente de antioxidantes, sobre todo los pimientos de color rojo.

Quinoa: Es un pseudocereal por su alto contenido en almidón, pero es una planta. Se produce mayoritariamente en Perú pues fue el alimento básico de los Incas. Tiene un alto valor nutritivo rico en hidratos de carbono y en aminoácidos esenciales, sobre todo lisina. Minerales como el hierro, magnesio, fósforo y manganeso; y poca grasa. Combina muy bien con las verduras. Sus posibilidades culinarias son infinitas. Se puede tomar en el desayuno, el almuerzo, en la cena. Requiere poco tiempo de cocción entre 18 y 20 minutos. Hay que lavarla muy bien antes de cocinarla.

Zanahoria: Una delicia de la naturaleza desde el punto de vista nutricional. Después del agua su mayor componente son los hidratos de carbono. Y destaca por su contenido en beta-caroteno, provitamina A. También contiene vitaminas E y B3 o niacina y como minerales destaca el potasio y en menor cantidad fósforo, magnesio.

Se pueden encontrar frescas todo el año, pero las mejores son las de primavera y verano. Cómpralas en manojo, si puedes, la zanahoria es una verdura que aguanta mucho en las cámaras de conservación. Si las compras en bolsa, es posible, que lleve ya tres meses paseando de una cámara a otra hasta que llega a tu mesa. Si tienen raicillas blancas o manchas deséchalas.

Ingredientes (4/6 personas):

  • 4 cucharadas de aceite de oliva
  • 350 gr. de berenjenas cortadas en rodajas
  • 2 cucharadas de tamari
  • 50 ml de zumo de limón
  • 100 ml de agua
  • 1 cucharadita de jengibre fresco rallado
  • 200 gr de quínoa lavada
  • 1 pimiento rojo grande, sin semillas, cortado en tiras
  • 4 zanahorias frescas cortadas en palitos

Preparación:

  1. Lavar y secar la quínoa. Saltearla con unas gotas de aceite en la cacerola donde se vaya a hervir. Añadir agua, dos veces su volumen, tapar y dejar hervir a fuego lento unos 15-20 minutos. Reservar
  2. Calentar el aceite en una sartén y asar las rodajas de berenjena hasta que se doren. Colocarlas en una sola capa en la fuente de hornear. Mezclar el tamari, el zumo de limón, el agua y el jengibre y esparcirlo encima de cada una de la rodaja de berenjenas con una cucharita sin empaparruchar mucho. Hornear 10 minutos en el horno a 200º C.
  3. Saltear el pimiento unos minutos en la sartén y seguidamente las zanahorias. Cuando estén crujientes añadir la quínoa y remover todo junto.
  4. Verter sobre las berenjenas y presionar. Hornear 5-10 minutos más. Decorar con hierbabuena y servir caliente

Información facilitada por el Centro Internacional de Yoga Sivananda Vedanta de Madrid
Tel.: 913615150 – www.sivananda.es

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