Los Faquires Rasayani

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Hay una antigua y larga tradición de faquires auténticos, muy diferentes a los falsos faquires que recurren a toda suerte de trucos o que soportan estoicamente el dolor para conseguir un puñado de monedas. Hay, pues, que diferenciar entre los verdaderos y los falsos faquires.  Por ello he estado investigando durante muchos años al respecto y fui acopiando conocimientos que utilicé para ni relato espiritual e iniciático «El Faquir», que ahora ha alcanzado la 12ª edición.

Hay una antigua y larga tradición de faquires auténticos, muy diferentes a los falsos faquires que recurren a toda suerte de trucos o que soportan estoicamente el dolor para conseguir un puñado de monedas. Hay, pues, que diferenciar entre los verdaderos y los falsos faquires.  Por ello he estado investigando durante muchos años al respecto y fui acopiando conocimientos que utilicé para ni relato espiritual e iniciático «El Faquir», que ahora ha alcanzado la 12ª edición.

Faquir es un término que puede ser traducido como «mendigo», en el sentido de aquel que mendiga la mas alta espiritualidad y está hambriento de la Sabiduría. Los rasayanis eran faquires que también conocían a fondo y dominaban la alquimia interior, es decir, los métodos para ir transformando las cualidades de baja calidad en cualidades preciosas, del mismo modo que el alquimista materialista se esfuerza por transmutar los metales de baja calidad en oro. Rasa es un término que podría traducirse como alquimia, pero no la alquimia materialista que asomó en Europa, sino un singular tipo de alquimia como métodos de transformación interna y elevación de la consciencia. Pero, además, los faquires rasayani eran conocedores de las técnicas más sofisticadas para poder armonizar el cuerpo y la mente, manipular poderosamente las energías y reorientarlas hacia la libertad interior, y alcanzar la Sabiduría.

Los faquires rasayani eran expertos en hatha-yoga o yoga psicofísico, en la mutación de la consciencia y el desarrollo de la visión penetrativa y transformativa. Tenían un prodigioso dominio no sólo sobre su cuerpo físico, sino también sobre sus envolturas o cuerpos energético, mental, emocional y espiritual. Eran capaces, debido a su estrecho dominio psicosomático,  de grandes proezas físicas y psíquicas, tales como el control, sorprendente, sobre sus funciones orgánicas, largos ayunos, el enterramiento viviente o la superación del dolor.  De boca a oído, los mentores del faquirismo rasayani iban transmitiendo esta secreta enseñanza que hacía posible la liberación espiritual. Era una especial corriente iniciática. Formaron parte de la misma grandes yoguis y maestros, como Nagarjuna, Matyendra y Goraksa.

Ellos enseñaban a:

  • Dominar los sentidos.
  • Purificarse mediante el ayuno.
  • Ser humilde.
  • Desprenderse de las envolturas física, mental  y energética para conectar con la Conciencia Cósmica.
  • Interiorizar la sexualidad.
  • Estimular la intuición mística.
  • Conquistar la sabiduría liberadora y acceder a la experiencia del samadhi y realizar en uno mismo lo Absoluto.

Eran grandes conocedores de la botánica oculta y del uso adecuado del azufre y el mercurio para a través de su peligrosa ingesta poder activar potenciales energéticos aletargados. Podían controlar su flujo respiratorio durante muchos minutos y así suspender el pensamiento ordinario para conectar con el ser interior. Eran capaces de la detención del pulso y el corazón. Podían alimentarse con muy poco y reducir las horas de sueño. Eran capaces de soportar grandes penalidades con una actitud estoica y transformar el sufrimiento en un despertador de la consciencia.

La corriente oculta de los faquires rasayani sigue viva en la India, aunque sea muy difícil conectar con verdaderos iniciados en esta remota tradición. Lo esencial es que las técnicas continúan perpetuándose y demostrando su solvencia y gran eficacia, tanto para poder controlar el cuerpo como para reorientar sabiamente las energías mentales y emocionales y poder darle batalla a la somnolencia psíquica y poder despertar a dimensiones de consciencia más claras.

El propósito básico del faquir rasayani es el despertar, o sea el de potenciar la naturaleza búdica jwue que hay en todo ser humano. Para ello ha concebido y ensayado todo tipo de técnicas psicosomáticas, que representan una valiosísima herencia que, el ser humano de hoy en día, puede utilizar como eficiente herramientas para conseguir eliminar la ignorancia básica de la mente y poder mirar más allá de las apariencias ilusorias y conseguir saltar de la orilla de la oscuridad y la servidumbre a la de la luz y la libertad.

Ramiro Calle
www.ramirocalle.com

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