Las Neurociencias aplicadas a tu bienestar emocional

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En la actualidad nos encontramos inmersos en la revolución de las Neurociencias, un periodo de progreso marcado por la continua aparición de descubrimientos científicos sobre nuestro cerebro y sobre su funcionamiento. Esta información se aplica en un gran número de ámbitos y uno de ellos es en la psicoterapia. Más allá de la típica imagen de Freud y el diván, la psicoterapia ha avanzado mucho y ahora ha dado un gran salto generando un nuevo cuerpo de terapias, las Terapias Neurocientíficas o de reprocesamiento. Estas terapias están orientadas a trabajar con trastornos psicológicos como las depresiones, las fobias, los trastornos de ansiedad, los trastornos sexuales y el insomnio, por poner algunos ejemplos.

Existen cuatro Terapias Neurocientíficas o de reprocesamiento, que son: el EMDR (Desensibilización y reprocesamiento por movimientos oculares), el Coaching Wingwave, el Brainspotting y las TIC (Técnicas de Integración Cerebral).

A diferencia de las terapias convencionales, que utilizan, principalmente, el diálogo entre el psicólogo y el paciente, con estas metodologías no se hace un uso predominante del lenguaje, sino que se utilizan una serie de técnicas que permiten poder trabajar a mayor profundidad, hasta llegar al origen del problema. Esto nos permite obtener resultados de manera rápida y efectiva, con un número acotado de sesiones y con cambios en la persona que se mantienen a lo largo del tiempo.

Un símil para poder entender mejor estas terapias sería el del correo postal y el correo electrónico. Hace unos años, cuando queríamos escribir una carta a la otra punta del mundo, podíamos tardar semanas o incluso meses en poder contactar con nuestro destinatario. Hoy en día es cuestión de minutos gracias al avance de la tecnología informática.

Con las Terapias Neurocientíficas o de reprocesamiento podemos hacer lo mismo. Acortamos el tiempo de trabajo. Ya no es necesario tener a una persona años y años en terapia para ayudarle a superar sus dificultades. Esto es así, ya que conocemos cuáles son los mecanismos que dispone el cerebro para almacenar un recuerdo o para poder procesar la información vivida. También entendemos mejor lo que sucede en el cerebro cuando se genera un trauma o recuerdo doloroso y los mecanismos naturales que todos disponemos para poder hacer frente a este suceso. De esta manera, alguien que haya, por ejemplo, sufrido un accidente de coche, no deberá estar un año haciendo terapia para poder volver a ponerse delante del volante y hacer vida normal.

El EMDR (Desensibilización y reprocesamiento por movimientos oculares), es de las cuatro terapias, la que está más reconocida y extendida. Está aceptada por la OMS (Organización Mundial para la Salud) como una terapia de uso preferente ante eventos traumáticos. Además, se utiliza en diferentes hospitales de España. Esta terapia emula los movimientos de la fase REM. Cada noche cuando dormimos pasamos por una fase de sueño profundo donde movemos los ojos de manera muy rápida. Con esta metodología el terapeuta pide al paciente que siga sus dedos, en horizontal, mientras piensa en el recuerdo o la escena perturbadora. Esto permite que su organismo se relaje, que el estímulo pierda intensidad y que el recuerdo pueda conectarse con una nueva información o con otros recuerdos más positivos (reconsolidación).

El Coaching Wingwave, va más allá de los movimientos oculares rápidos (MOR) y añade un test kinesiológico, que permite detectar pequeñas respuestas inconscientes al estrés, y así podemos encontrar el origen de la perturbación. El trabajo principal se hace en este recuerdo temprano.

Otra terapia sería la del Brainspotting, que trabaja con los «brainspots», o puntos de acceso a la experiencia. Por ejemplo, cuando nos quedamos con la mirada perdida, muchas veces estamos recordando o viviendo mentalmente situaciones personales. Si detectamos esta posición ocular, podemos hacer que la persona conecte directamente con la experiencia del suceso y que haga aflorar el material que lleva dentro.

Y las TIC (Técnicas de Integración Cerebral), facilitan la conexión del hemisferio derecho y el hemisferio izquierdo. Cuando los dos hemisferios están sincronizados, nos sentimos liberados y la perturbación se reduce.
Además, desde nuestro instituto psicológico, el OWL INSTITUTE, un equipo de psicólogos e investigadores en el campo neurocientífico, ha creado una nueva terapia: la OWL THERAPY (“Observe waves link”) donde integramos las anteriores metodologías, para poder así ayudar a las personas de una manera más rápida y efectiva.

Estas terapias permiten que cada vez más personas puedan mejorar su salud mental y emocional, ayudando a la superación de traumas de larga presencia. El avance científico de las Neurociencias nos facilita un mejor bienestar emocional para nosotros y nuestros seres queridos.

Oriol Lugo y Ana Farré
Psicólogos y expertos en las terapias neurocientíficas. Co-directores del OWL INSTITUTE.

www.owlinstitutpsicologic.com

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