EL HOGAR: Plenitud y Consciencia

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El Hogar verdadero no es un lugar físico dentro del mundo externo, sino un sentimiento o espacio interno. Este lugar, por denominarlo de alguna manera, no se puede acotar, ni describir con palabras, pero si se puede sentir y percibir. También es fácil detectar cómo los condicionamientos acumulados a lo largo de nuestra Vida, así como el miedo nos alejan de este Hogar. Lo externo tiene un poder extraordinario sobre nosotros y es complejo descubrir si es para ayudarnos a fluir o todo lo contrario. Lo externo solemos pensar es lo real por ser lo establecido como normal. Todo eso externo influye en la mente, desde que nacemos nos muestran interpretaciones y creencias que, en muchos casos, no sintonizan con nuestro Ser Original y, esto nos hace convertirnos en “luchadores”. Detectamos sentimientos contradictorios que nos aportan desasosiego, nos sentimos diferentes, pero pensamos que hay que seguir el patrón establecido e intentar mantener el camino que otros comenzaron.

Un ejemplo sencillo: personas que se han visto desarrollando profesiones heredadas de abuelos o bisabuelos, manteniendo empresas u oficios que no sienten como propios pero su mente les transmite que es lo correcto, ya que viene del “esfuerzo” de sus antepasados. Viven en la frustración y en la culpa, frustrados por no desarrollar su verdadero potencial y sentir, culpabilizándose por no encontrar el Valor de abandonar ese camino a la vez que sienten que, si lo hacen, traicionan a esos familiares.

Muchas de las personas establecidas en esa “trampa emocional” y, similares, caen en dinámicas deshumanizadoras para intentar escapar de esas sensaciones. Se transforman en otras personas, evitan el contacto profundo interpersonal creando capas protectoras que, más que protegerles, les aíslan cada vez más del entorno. Por lo general, tienen una doble vida, pierden la perspectiva emocional para pensar que ya no sienten y están protegidos de lo que sucede alrededor, lo que lleva a realizar actos impulsivos. Eso actos impulsivos suelen ser inconscientes, pero provocan dolor y sufrimiento tanto en sí como a las personas y el entorno que les rodea. Buscan el “descanso” en elementos materiales y posesiones, adicciones de todo tipo y relaciones (no solamente físicas y personales) que aporten placer inmediato. Todo esto puede parecer ciencia ficción, pero sucede a nuestro alrededor  y con más asiduidad de la que imaginamos.

Cuando una persona cae en éste círculo comienza, prácticamente sin saberlo, a alimentar la frustración, la rabia contenida, el desasosiego interno y se convierte en destructor de cada elemento original del Planeta para someterlo a su interés: Construir sin consciencia en lugares naturales, sin respetar normas, sin pensar en la repercusión a terceras personas,

Financiando este tipo de construcciones y proyectos “fantasma” que enriquecen a los que mantienen el miedo, Distorsionar la publicidad, Manipular la información, Crear necesidades ficticias, Transformar el Amor en deseo, Rechazar al diferente para buscar confrontación ante la diversidad, Desalentar al intrépido o transgresor ante la incapacidad de unirse a él (sabiendo que es el propio miedo el que lo impide), Asentarse en la prepotencia de actos incívicos e irresponsables como fumar en el ascensor y otros lugares comunes a respetar por diversas razones, dejar los restos no degradables en playas, parques y otros espacios naturales, estacionar en plazas reservadas a personas con discapacidad y zonas de paso para peatones, no respetar el orden de atención en la cola del supermercado, no señalizar conscientemente una acción de conducción, no avisar de la no asistencia a una cita profesional conscientemente, pensar que tu tiempo es más valioso que el de otra persona, Manipular conversaciones o situaciones para sacar un beneficio, Agrandar los errores ajenos, Apartarse de las responsabilidades, Proyectar la frustración en los hijos, Entregarse al victimismo como recurso de protección…

Podríamos resumirlo en alejarse de ser consecuentes de Nuestro Propio Desarrollo buscando siempre un elemento ajeno al que culpar de nuestra incapacidad para mejorar.

Todo esto y mucho más nos lleva a vivir como lo hacemos actualmente, a sentir que estamos en continua lucha y disputa con el de al lado para no perder lo que nos pertenece, aunque no sabemos qué es eso que nos pertenece ni siquiera si es así. Observamos que, ciertamente, los recursos disminuyen y cada vez somos más. Nos introducen en la necesidad manipulada de que no habrá para Todos, entonces pensamos que la solución es mantenerse en el “juego” establecido y jugar lo mejor posible, aunque esto suponga hacer “trampas”. Aparecen las “categorías” y, nadie quiere estar en las inferiores. Los que dominan el “juego” simplemente observan y esperan mientras alimentan el miedo, pues saben que las propias masas se autodestruirán.

Es una Ilusión fabricada concienzudamente, a lo largo de décadas, por mentes estrechas y codiciosas que tienen a su servicio mentes inteligentes pero no sabias. Pero la Evolución y el Fluir nos ha hecho cada vez más despiertos y, ahora, todo esto no solamente lo sabemos sino que queremos erradicarlo por lo fútil y destructivo.

Cada día, a cada momento y cada instante son más las personas que deciden observarse con calma y sentir ese Hogar interior. Conectan con el Presente de sentirse Unidos, por lo que se hacen sabedores de que estén donde estén Siempre están en el Hogar.

Hoy, ahora, en este instante, es el momento de parar, desanclarse de la sensación de atadura a lo establecido y lo externo. El Universo observa y vela por cada uno de nosotros, sal fuera desde dentro y mimetízate con la Naturaleza, observa la noche en sosiego y recuerda que la Existencia Necesita tu Presencia. Formas parte del Hermoso puzle que es el Universo y sin ti, como Ser Creado y Consciente, estará incompleto. Esta necesidad del Universo de integrarte en su propio desarrollo y evolución es la base de la Dignidad Humana, pues Todos somos una parte irremplazable de ese Todo. La distorsión o el daño infringido a cualquiera de estos elementos o piezas terminarán afectando a Todo el Conjunto.

La Plenitud comienza con Nuestra Existencia

Jorge García Cárdaba (Jivan)
Próximos retiros en La Hospedería del Silencio www.hospederiadelsilenio.com
www.ecocentro.es

 

 

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